El ministro de la Defensa Nacional, contraalmirante René Merino, negó el viernes que el Ejército haya desarrollado un operativo militar en la sede del Congreso el pasado 9 de febrero, cuando el presidente Nayib Bukele ingresó acompañado de soldados y policías armados con fusiles de asalto.
Las Asamblea Legislativa instaló una sesión para interrogar a Merino Monroy por la invasión de militares con armas de guerra en la referida fecha y que fue catalogada por los diputados como un «intento de golpe de Estado».
«Las cosas no sucedieron como ustedes han planteado», dijo el ministro al comienzo de su intervención, en la que negó que la Fuerza Armada haya realizado una operación militar y que tenga una posición política favorable a Bukele.
Tras resolver cerca de una veintena de cuestionamientos de los diputados, Merino repitió que «no se realizó ninguna operación militar» y se negó a responder otras preguntas que, a su juicio, eran «hipotéticas».
Merino descargó la responsabilidad del despliegue militar en el Estado Mayor Presidencial, que es el encargado de la seguridad del mandatario, a pesar que los comandos militares que invadieron el Salón Azul del Palacio Legislativo no forman parte de dicho Estado Mayor, sino del Ejército regular, tal como lo indicaban los uniformes de guerra que portaban y apuntó a que el diputado oficialista Guillermo Gallegos autorizó la entrada al salón de sesiones.
Para el ministro, Gallegos, de la oficialista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), estaba en calidad de presidente interino de la Asamblea Legislativa, pese a que no había ninguna convocatoria oficial de sesión plenaria ni de alguna comisión a su cargo. Gallegos no fue nombrado en ningún momento con calidad de Presidente interino por la Asamblea Legislativa.
El 9 de febrero pasado, Bukele convocó a cientos de sus seguidores a la entrada principal del Congreso, que era vigilada por soldados y policías antidisturbios, quienes se retiraron de las instalaciones legislativa para permitir el desmán militar.
Luego el mandatario ingresó al Congreso con militares y policías armados con fusiles de asalto para exigir la aprobación de un préstamo para financiar un supuesto plan de seguridad contra las pandillas, que ni los diputados ni la población conocían ni conocen a la fecha.
Tras ingresar al recinto legislativo, se sentó usurpando la silla del presidente de la Asamblea Legislativa, tocó el gong y simuló iniciar una sesión en la que oró.
Posteriormente salió para encontrarse con sus seguidores y dijo: «Si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón», advirtiendo, según analistas y diputados, el Golpe de Estado o hasta el asesinato de diputados y pidió paciencia a sus seguidores, quienes gritaban «¡insurrección, insurrección, insurrección!».
La acción abusiva y el uso del Ejército para amilanar al Poder Legislativo prendió las alarmas internacionales, por lo que diversas instancias, incluyendo la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, pidieron respetar la democracia en el país y el Tribunal Supremo ordenó al mandatario no utilizar al Ejército para fines distintos a los establecidos en la Constitución.
Merino pretendió durante la primera parte de la interpelación confirmar una versión de Bukele de que la presencia de militares se debía al resguardo de su seguridad.
No hubo «operación militar»
Según el militar, una «operación militar» sólo puede realizarse en caso de guerra, sin explicar como se llama el movimiento de tropas durante época de paz, o para invadir un Órgano del Estado.
«Les voy a explicar que es una operación militar, el 9 de febrero no se realizó operación militar. El diccionario de términos militares de la Fuerza Armada lo define como: todas las actividades que desarrollan misiones encomendadas en situación de guerra, pregunto ¿estamos en situación de guerra? [Operación militar] Es el proceso de combatir movimientos, atraque, defensa y maniobras necesarias para batalla o campaña militar, tampoco estamos en batalla. Es la concatenación en tiempo y espacio, permita destrucción de la fuerza adversaria. Estas condiciones no estuvieron presentes», dijo.
Nadie dio la orden al ministro de la Defensa para invadir la Asamblea
Al ser preguntado Merino Monroy ¿Cuáles fueron las órdenes que recibió para los actos del 9 de febrero?, este respondió que nadie le dio la orden.
«En este caso yo no he recibido ninguna orden porque no me corresponde a mí como ministro de la Defensa Nacional un dispositivo para la seguridad del señor Presidente. No he recibido ninguna orden en específico respecto de la situación del 9 de febrero», aseguró el funcionario del gabinete del Presidente Nayib Bukele.
«¿Cuál orden me dio quien?, a mí no me ha dado ninguna orden nadie. Vine a supervisar que todo estuviera correcto», dijo el ministro, a lo que algunos diputados en el pleno sonrieron, mientras otros no podían creer la afirmación del militar.
¿Qué hacía usted aquí el 9 de febrero en la Asamblea Legislativa en una ocupación militar si usted no tenía competencia en este tema?, preguntó la diputada Yanci Urbina, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
«Yo tengo algunas facultades y obligaciones, una de esas es supervisión. Yo creo que antes del 9 de febrero la población, cuando se lanzó el Plan Control Territorial, el 20 de junio, asistíamos a Las Margaritas, Santa Teresa, Némonas, Sierra Morena, a todos esos lugares donde hay tropa desplegada, no a darles órdenes sino a supervisar cómo se está desarrollando la actividad. Eso fue lo que hice ese día. Pasé acá a verificar si todo se estaba desarrollando de manera normal y por eso fue mi presencia en este lugar», lo que recordó a los presentes la frase popular «si yo pasando iba».
«Abramos, orden de que abramos»
El diputado Reynaldo López Cardoza, afirmó que ese día domingo 9 de febrero, mientras se esperaba que les llevaran las llaves para abrir el Salón Azul, al llegar, acompañado de mas soldados con armas largas gritó «Abramos, orden de que abramos».
Los diputados le preguntaron al militar «¿Cuál es la disposición legal que a usted le da la atribución de abrir las puertas del Salón Azul de la Asamblea Legislativa?, si lo dijo cumpliendo órdenes, ¿quién se lo ordenó? ¿En qué ley se establece la atribución de ordenarle a usted que allane el recinto legislativo y quién es la autoridad competente para darle dicha orden?»
A lo que respondió el funcionario de confianza de Nayib Bukele, «Quien autorizó abrir el Salón Azul fue el señor diputado Guillermo Gallegos en su condición de segundo vicepresidente y que en ese momento fungía como presidente de la Asamblea Legislativa».
Posteriormente, el presidente del Congreso negó que haya autorizado a Guillermo Gallegos abrir el Salón Azul a militares.