Osiris Luna, uno de los funcionarios más cercanos al mandatario salvadoreño Nayib Bukele, visitó en dos ocasiones la embajada de Estados Unidos en San Salvador a mediados de agosto de 2020 con una propuesta bajo el brazo. A cambio de asilo político y condiciones privilegiadas, propuso testificar sobre una alianza secreta entre el gobierno salvadoreño y la pandilla MS-13.
Las declaraciones de Luna fueron la clave para una investigación federal, que culminó en denuncias contra los altos mandos de la pandilla y puso bajo investigación al círculo íntimo de Bukele. Archivos oficiales y declaraciones indican que el acuerdo habría incluido beneficios en prisión para los altos mandos de la MS-13 a cambio de apoyo político y una reducción en los homicidios.
¿Qué reveló Osiris Luna en la embajada de EE. UU. sobre el pacto entre Bukele y la MS-13 en 2020?
Osiris Luna presentó a diplomáticos de Estados Unidos fotografías de cámaras de seguridad que, de acuerdo con su declaración, registraban a los líderes de la MS-13 al entrar a una cárcel en El Salvador bajo su vigilancia. A pesar de negar su conocimiento sobre los asuntos discutidos en estas visitas, reconoció haber facilitado el acceso a los pandilleros y manifestó su «descontento» por la función del gobierno en esos encuentros, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Estado.
Luna también admitió la existencia del acuerdo con la MS-13 y proporcionó datos directos a cambio de asilo en Estados Unidos, además de hospedaje de lujo. Pese a las incertidumbres respecto a sus razones, los detalles fueron revelados al equipo Vulcan del Departamento de Justicia, que interpuso una acusación formal contra la cúpula de la pandilla meses después.
¿Cuál fue el rol de Luna en la presunta canalización de recursos a la MS-13, según investigadores estadounidenses?
Según fiscales federales, Luna, en colaboración con el asesor presidencial Carlos Marroquín, organizó encuentros entre el gobierno de Bukele y los líderes de la MS-13 con el objetivo de pactar una disminución de la violencia a cambio de ventajas como dinero, teléfonos móviles y prostitutas en la cárcel. Algunos de estos recursos habrían surgido de programas de asistencia de los Estados Unidos.
Los testimonios recolectados por el equipo Vulcan argumentan que Luna encabezó estas administraciones y facilitó la distribución de fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en territorios bajo el control de la banda. El programa «Tejido Social», que encabezaba, se destacó como uno de los medios más importantes empleados para tal operación.
Con informes de The New York Times