Mientras el presidente de la República, Nayib Bukele, se vanagloria en redes sociales informando «0» muertes en el país, el ministro de la Defensa, René Merino Monroy, dijo a periodistas que El Salvador ha registrado 180 homicidios desde que entró en vigencia el régimen de excepción en marzo y con el que se han capturado más de 60 mil pandilleros.
El militar sostuvo que en 263 días de régimen de excepción «se han cometido 180 homicidios», lo que significa un «promedio diario de 0,68 homicidios».
«Desde que entró en vigencia el régimen de excepción, los datos en cuestión de seguridad cambiaron totalmente a favor de la población, por esa razón es que se ha continuado solicitando el régimen» a la Asamblea Legislativa, indicó el funcionario.
El régimen de excepción ha suspendido algunos derechos constitucionales, como el de la defensa e inviolabilidad de las telecomunicaciones, además la detención administrativa pasa de 3 días a un máximo de 15 días.
La Asamblea Legislativa ha ampliado la medida por novena vez, por lo tanto durante el cierre de 2022 como el inicio de 2023 la población seguirá bajo el régimen de excepción.
Por otra parte, Human Rights Watch (HRW) y la organización opositora al Gobierno Cristosal, han recomendado al Gobierno de Bukele terminar con la medida y señalan que durante el régimen de excepción se han dado violaciones de derechos humanos, más de 90 muertes en custodia de fuerzas de seguridad del Estado y casos de «torturas y malos tratos».
Solo Cristosal informó el jueves que registró hasta el 12 de diciembre 3.056 denuncias de violaciones a derechos humanos con 3.181 personas afectadas, de las que el 59 % son jóvenes entre los 18 y 30 años.
Estas cifras, que sumadas a las denuncias por violaciones a derechos humanos de otras organizaciones y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), superan las 7.400 denuncias.