La adicción a los videojuegos puede salirse de control

by Redacción

La adicción a los videojuegos, que ha sido tratada históricamente como un problema de comportamiento, sería definida como una enfermedad mental en la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11), hecha por la Organización Mundial de la Salud y próxima a actualizarse, según anticipó la revista New Scientist.

En teoría, esta decisión implicaría toda una nueva definición de diagnóstico, pero, sobre todo, abriría la puerta a la formulación farmacológica para las personas que sean declaradas bajo esta condición y que hasta ahora solo eran intervenidas en el aspecto conductual y psicoterapéutico.

Rodrigo Córdoba, psiquiatra colombiano, afirma que con esta posibilidad se abre un debate conceptual sobre la creación de tantos diagnósticos como trastornos de comportamientos que hoy existen, en el sentido de que, por ejemplo, más adelante la adicción a los celulares o cualquier actividad sea también declarada como enfermedad mental. Y, claro que, a la larga, todo se traduciría en una inducción al consumo de medicamentos.

Sin embargo, Córdoba sí reconoce que la adicción a los videojuegos puede llegar a convertirse en un trastorno cuando cumple tres criterios: un cambio de comportamiento radical frente a cómo actuaba antes, la persistencia de este síntoma y otros relacionados con la interacción social por un largo periodo de tiempo, al igual que la pérdida de funcionalidad, es decir, cuando la persona deja de cumplir actividades normales como dormir, comer, estudiar o trabajar por culpa de la máquina.

Y, aunque la OMS ha declarado que la noticia será confirmada en el 2018 con la presentación de la ICD-11, y que la categoría de esta enfermedad estará en el apartado de juegos digitales, Córdoba manifiesta que hacen falta muchos más estudios para terminar de definir esta adicción como una enfermedad mental.

Un problema real

Lo cierto es que más allá del debate psiquiátrico, en otros campos se ha demostrado que la adicción a los videojuegos y a las pantallas es un problema real que afecta la salud humana. El tiempo de más frente a la pantalla es definido como sedentarismo y mencionado como factor de riesgo para sobrepeso y obesidad, menores niveles de actividad física, déficit progresivo de la masa muscular, menor desempeño escolar, trastornos del sueño, problemas de interacción social, comportamientos agresivos, consumo de alcohol y cigarrillos y déficit de atención.

El estudio internacional Asma y Alergias en Niños Fase Tres (Asthma and Allergies in Children Phase Three), que incluyó a 37 países, confirmó esa relación directa entre el incremento en el número de horas dedicadas a ver televisión y el índice de masa corporal (IMC).

James Vallejo, médico experto en metabolismo y nutrición, explicó que el sedentarismo y la obesidad se vinculan por el bajo consumo calórico que tienen las personas en esta condición.

“Con el sobrepeso u obesidad, muchas cosas comienzan a funcionar mal; cuando hay excesos en el organismo, muchos órganos no están en condiciones de soportar las sobrecargas”, sostiene. Y, por otra parte, se ha encontrado que los adolescentes que ven televisión por dos horas o más diarias tienen un riesgo cinco veces mayor de empezar a fumar antes de los 18 años que aquellos que lo hacen por menos tiempo.

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