El expresidente de la Asamblea Legislativa y excandidato a la presidencia de la República, Norman Quijano, fue capturado por agentes del ICE y enviado a una prisión en Texas, donde espera su extradición a El Salvador.
La información se desprendió de un amplio reportaje publicado por el medio estadounidense USA TODAY el miércoles y donde se asegura que Quijano podría ser entregado pronto a las autoridades salvadoreñas.
Quijano huyó de El Salvador en 2021, horas antes de que expirara su inmunidad parlamentaria, y solicitó asilo político en Estados Unidos. Fue condenado en ausencia por buscar apoyo de la MS-13 y la pandilla Barrio 18 en una fallida candidatura presidencial de 2014 con el partido ARENA.
Con 78 años, Quijano es uno de los funcionarios salvadoreños de más alto rango condenados por vínculos con pandillas en procesos que, según los expertos, se han centrado en la oposición, pero han exonerado a los allegados del presidente Nayib Bukele.
Una persona cercana a Quijano declaró a USA TODAY que el político había pagado por el apoyo de las pandillas en su campaña de 2014, pero fue superado por el FMLN, el entonces partido de Bukele, que pagó más del doble de lo que Quijano pudo recaudar. Quijano perdió por un estrecho margen con el 49,89% de los votos.
Quijano fue juzgado por el juez salvadoreño Godofredo Miranda. En febrero de 2020, Miranda dictaminó en un caso aparte que podía «inferir» que las negociaciones con pandillas del FMLN en 2014 «afectaron particularmente las elecciones a la alcaldía de San Salvador en ese momento», que Bukele ganó antes de romper posteriormente con el partido.
«Por lo tanto, es imperativo verificar la existencia de cualquier contacto cercano entre la pandilla MS y el actual Gabinete», escribió el juez sobre la presidencia de Bukele.
Agentes de ICE arrestaron a Quijano el 6 de marzo, días antes de que la administración Trump retirara los cargos contra López Larios, líder de la MS-13. Quijano se encuentra recluido en un centro de detención de Texas. No se pudo contactar a su abogado; sus familiares no respondieron a las llamadas ni a los mensajes solicitando declaraciones.
