El presidente estadounidense amenazó con sanciones económicas a Guatemala si se resiste a convertirse en «tercer país seguro», un estatus que obligaría a los migrantes que quieran pedir asilo en EE. UU. a solicitarlo antes en ese país.
Ahora es Guatemala el país que está bajo el ojo del huracán que hizo temblar a la economía mexicana días atrás. Este 23 de julio, Donald Trump amenazó a la nación centroamericana con una batería de «vetos, aranceles e impuestos a las remesas» si esta no da pasos firmes para frenar el flujo de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos.
Lo que pide Trump es que Guatemala se mantenga firme respecto a un pacto con EE. UU. anunciado días atrás, cuyo objetivo era convertir a la nación en un «tercer país seguro». Con este procedimiento, que Washington busca instaurar también en México, los extranjeros que deseen solicitar asilo en suelo estadounidense tendrían que tramitarlo antes en esos países primero.
«Guatemala, que ha estado formando caravanas y enviando grandes cantidades de gente a EE.UU., algunos de ellos con antecedentes criminales, ha decidido romper el acuerdo que tenían con nosotros para la firma del necesario Acuerdo de Tercer (País) Seguro», dijo el mandatario en su cuenta de Twitter:
Ese acuerdo también haría que los migrantes de Honduras y El Salvador tuvieran que esperar en Guatemala el trámite de sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
En junio, Trump presionó a México con medidas similares, aranceles, así como con el cierre de la frontera sur. Las presiones hicieron que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador cediera a las demandas de Washington. Este 22 de julio, México anunció haber reducido en un 36,4% el flujo de migrantes hacia el norte.
Las sanciones económicas hacen temblar al Gobierno guatemalteco
El malestar interno dentro del país no se ha hecho esperar. Ante la amenaza estadounidense, el Gobierno guatemalteco responsabilizó a la Corte Constitucional de Guatemala -el ente que rechazó la posibilidad de convertir a al país en un «tercer país seguro»- por las posibles sanciones que puedan recaer sobre la economía guatemalteca.
«Las repercusiones del Gobierno de los Estados Unidos de América hacia Guatemala se derivan de una serie de acciones contraproducentes de la Corte de Constitucionalidad, que en reiteradas ocasiones a dictaminado en contra del contenido y espíritu de nuestra Constitución Política de la República», aseguró el presidente del país, Jimmy Morales, en sus redes sociales.
También la canciller guatemalteca, Sandra Jovel, criticó la decisión del alto tribunal:
Meses atrás, la Administración Trump suspendió ayudas económicas por valor de 560 millones de dólares que eran destinadas a Guatemala, Honduras y el Salvador tras acusar a esos países de no tomar cartas en el asunto para detener el éxodo de sus ciudadanos hacia Estados Unidos. Tras la suspensión del apoyo estadounidense, la imposición de sanciones a sus productos podría ser nefasta para la economía Guatemalteca.
De acuerdo con un informe del Banco de Guatemala, las remesas de los inmigrantes guatemaltecos en Estados Unidos a sus familias alcanzaron los 9.300 millones de dólares en 2018.
Con información de EFE
