Tres pandilleros murieron en Aguilares, al norte de San Salvador, durante un enfrentamiento armado con agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), informó el cuerpo de seguridad.
Según la fuente, que detalló que los pandilleros todavía no fueron identificados, «los fallecidos permanecían dentro de una casa arrebatada por la fuerza a sus propietarios en el cantón Las Pampas, municipio de Aguilares», donde entraron los agentes y se produjo el tiroteo.
Los policías aseguraron que los disparos se produjeron porque «los mareros desatendieron a las órdenes verbales» de los agentes y «respondieron a tiros».
En el transcurso del operativo, además, se decomisaron dos armas largas, una pistola y un revólver.
El número de bajas que la Policía les ocasionó a las pandillas en enfrentamientos armados durante 2017 cayó un 31,5 %, respecto a 2016, según explicó el pasado martes el director de cuerpo de seguridad, Howard Cotto.
El jefe de la Policía detalló que durante 2017 se registraron un total de 413 supuestos pandilleros muertos durante la reyertas, 190 menos que las 603 muertes contabilizadas en 2016.
Añadió que el número de enfrentamientos armados entre las autoridades y estas estructuras criminales también se redujo en un 17,5 %, pasando de 650 en 2016 a 536 en el año recién terminado.
Las autoridades aseguran que estos tiroteos son generados por los pandilleros al «agredir» a los agentes, pese a que diversos sectores han señalado que en los mismos se muestran patrones de supuestas ejecuciones extrajudiciales.
Solo la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) investiga al menos 40 presuntas ejecuciones a manos de uniformados registradas entre enero y mediados de agosto pasado, que se suman a las 119 investigadas entre 2013 y 2016.
En marzo de 2016, cuando el Gobierno de Salvador Sánchez se embarcó en la ofensiva contra las pandillas, el mandatario sostuvo que «no queda otro camino» para combatir estas bandas que la «guerra».