Una compañía estadounidense de exploración espacial indicó que su sonda espacial que recién llegó a la Luna se encuentra “en operación y bien”, un día después del primer alunizaje estadounidense en medio siglo, pero los controladores de vuelo aún tratan de orientarse mejor.
Intuitive Machines informó el viernes que mantiene comunicación con su módulo de alunizaje, Odysseus, y le envía comandos a fin de obtener datos científicos. Pero señaló: “Continuamos aprendiendo más sobre la información específica del vehículo” respecto de la ubicación, el estado general y el posicionamiento.
La compañía de Houston estaba apuntando a la región del polo sur, cerca del cráter Malapert A, más cerca del polo que nadie, para que la NASA pueda explorar el área antes que los astronautas lleguen a finales de esta década.
Con el alunizaje del jueves, Intuitive Machines se convirtió en la primera empresa privada en realizar una hazaña lograda anteriormente sólo por cinco países. La misión fue patrocinada en gran parte por la NASA, cuyos experimentos se encontraban a bordo. La NASA pagó 118 millones de dólares por la entrega.
Se suponía que otro experimento, un cubo con cuatro cámaras, saldría 30 segundos antes del aterrizaje para capturar imágenes del aterrizaje de Odiseo. Pero la EagleCam de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle se apagó deliberadamente durante el descenso final debido al interruptor de navegación y permaneció conectada al módulo de aterrizaje.
Troy Henderson, de Embry-Riddle, dijo que su equipo intentará lanzar el EagleCam en los próximos días, para que pueda fotografiar el módulo de aterrizaje desde unos 8 metros (26 pies) de distancia.
La compañía fue la segunda empresa en apuntar a la Luna bajo el programa de servicios lunares comerciales de la NASA. El mes pasado, Astrobotic Technology de Pittsburgh lo intentó, pero una fuga de combustible en el módulo de aterrizaje interrumpió la misión y la nave terminó estrellándose contra la Tierra.