El portavoz del Ministerio de Defensa de Guatemala, Óscar Pérez, confirmó a periodistas que unas trece personas han sido retenidas por transportar unas 3 toneladas de droga en una embarcación con bandera de Tanzania.
El vocero aseguró que las diligencias de las autoridades continúan en Puerto Quetzal, a donde llevaron el buque tras ser interceptado en aguas internacionales del Pacífico, a unas 300 millas náuticas, en un operativo conjunto entre la marina guatemalteca y los guardacostas de Estados Unidos.
«El Servicio de Guardacostas de EE.UU. localizó el buque mercante Tiamat de bandera de Tanzania con el apoyo de la Marina de la Defensa Nacional», explicó Pérez, quien agregó que como la embarcación estaba en aguas internacionales se aplica la Convención del Mar y el Decreto 87-2003.
Las autoridades antinarcóticos de EE.UU. y la Marina de la Defensa Nacional de Guatemala han detectado hasta el momento tres toneladas de sustancias ilícitas.
Trece personas sudamericanas, de las que no dio más detalles, se encuentran a bordo de la embarcación, «quienes deberán esperar las disposiciones de las autoridades para determinar el grado de responsabilidad que puedan tener».
Por el momento se desconoce qué tipo de droga transportaba, cuál era su destino y quiénes son los retenidos.
La droga incautada, según el portavoz, será trasladada a territorio estadounidense, pero se considera un «éxito» de las autoridades marítimas guatemaltecas «por su capacidad operativa, personal calificado bajo normas marítimas internacionales y el actuar dentro del derecho internacional público para contribuir al combate del crimen organizado trasnacional».
El año pasado, el 90 por ciento de la cocaína que llegó al mercado de Estados Unidos, el mayor consumidor de esta droga en el mundo, pasó por el corredor centroamericano, según el informe anual del Gobierno estadounidense sobre narcotráfico en el mundo.
El Triángulo Norte en Centroamérica -formado por El Salvador, Guatemala y Honduras- es una de las zonas más mortíferas del mundo y en las que las pandillas intervienen en el narcotráfico, tráfico y trata de personas, contrabando de cigarrillos y extorsiones trasnacionales.
Las autoridades guatemaltecas se incautaron el año pasado una cifra récord de 13.659 kilos de cocaína, que superaron los 12.818 del 2016.
