La costa este de los Estados Unidos comenzó a vivir el impacto de una inaudita tormenta invernal que, según los meteorólogos, podría resultar de proporciones catastróficas.
Es tal el poderío de este fenómeno natural que recibió el nombre de “ciclón bomba”, y que de acuerdo a varios reportes, esta gigantesca tormenta será similar a un huracán de invierno que azotará la zona este de Nueva Inglaterra.
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Científicos de la materia dieron a conocer que esta clase de peligrosas tormentas tienen un desarrollo fugaz, al señalar que se crean muy rápido, impactan y desaparecen.
La potencia de un «ciclón bomba» obedece a la cantidad de presión que existe en el aire que se forma dentro del océano, esto quiere decir que mientras menor sea la presión, más fuerte será la tormenta.
Estos fenómenos se generan gracias a la diferencia de temperatura entre la tierra fría y las aguas cálidas del Atlántico, mientras se desarrollan y se someten a la «bombogénesis», estos fenómenos generan fuertes lluvias y nieve.
Por lo pronto esta masa de aire congelado y caída de nieve ha batido récords históricos en Estados Unidos.
Las nevadas reducirán considerablemente la temperatura de la zona este hasta casi 40 grados por debajo de lo normal, y será capaz de paralizar las vías de comunicación tanto terrestres como aéreas.
De entrada, se tiene estimado que el meteoro invernal impacte en las localidades costeras de Georgia y hasta Maine con hielo y nieve. Además, se dio a conocer que ha provocado nevadas en la Florida, hecho que no había sucedido desde hace tres décadas.
Autoridades estadounidenses declararon en Carolina del Norte estado de emergencia, por lo que los ciudadanos ya fueron advertidos de la peligrosidad de esta tormenta y los riesgos que pueden representar.
Se ha podido constatar que prácticamente en todas aquellas regiones del Atlántico Medio yNordeste, se establecerán temperaturas récord para este viernes, mientras que el sábado por la mañana se pronostica un frío bajo cero en casi toda Nueva Inglaterra.
Será a principios de la próxima semana cuando las condiciones climáticas mejoren gracias a un aumento en la temperatura, y que ayudará gradualmente a la descongelación de las zonas afectadas.
