La policía de Honduras disparó gases lacrimógenos el jueves contra manifestantes que lanzaron piedras tras un controvertido recuento de las elecciones presidenciales que podría prolongarse hasta dos días más, lo que agravaría la crisis política en la nación centroamericana.
Tanto el presidente de centroderecha, Juan Orlando Hernández, como su rival de izquierda Salvador Nasralla, una estrella de TV de 64 años, se proclamaron ganadores de la votación del domingo.
Un primer recuento favoreció al opositor con cinco puntos de ventaja con el 57 por ciento de las mesas computadas, pero luego de una pausa de un día y medio de forma repentina y sostenida se inclinó hacia el presidente.
En una lucha encarnizada, Hernández, que busca la reelección con su Partido Nacional de centroderecha, obtenía el jueves el 42,92 por ciento de los votos frente al 41.42 de Nasralla, que representa a una coalición amplia que aglutina corrientes conservadoras y de izquierda, con el 94,31 por ciento de las mesas escrutadas, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Ante la criticada demora del recuento, el presidente del TSE, David Matamoros, aceptó el jueves por la noche los pedidos de observadores internacionales y el principal grupo empresarial de Honduras, y dijo que el tribunal contabilizaría los votos de unas 1.031 mesas receptoras pendientes que mostraban irregularidades.
Este recuento se completará en hasta dos días, y le permitirá al tribunal declarar un ganador definitivo con el 100 por ciento de las mesas procesadas, dijo Matamoros, quien había pedido disculpas el miércoles a los hondureños por lo que llamó un fallo en los sistemas.
Pero uno de los magistrados del tribunal, Marcos Lobo, dijo el jueves a Reuters que se debería hacer una auditoría externa e independiente de los resultados porque consideró al supuesto fallo como algo «extraño» y que «genera dudas».
«El resultado tendrá que verificarse. El tribunal había garantizado que el sistema no iba a fallar», dijo a Reuters el funcionario, que el lunes había asegurado que Nasralla tenía una tendencia irreversible y era prácticamente el ganador.
Partidarios del candidato opositor bloquearon algunas calles en varias zonas del país, hicieron barricadas y quemaron llantas como protesta por el nuevo resultado de la elección.
Al menos nueve personas resultaron heridas en protestas en la capital, Tegucigalpa, al igual que dos policías y un soldado, dijeron los servicios de emergencia. Seis de las nueve personas lesionadas tenían heridas por disparos de bala.
El partido de Nasralla, Alianza de Oposición contra la Dictadura, divulgó una carta enumerando lo que considera una serie de delitos electorales cometidos por el TSE.
«Reiteramos que bajo estas condiciones no aceptaremos resultados emitidos por un sistema electoral espurio que pone en riesgo la legalidad» del proceso comicial, dice la misiva dirigida a embajadores, el consejo permanente de la OEA y la misión de la Unión Europea.
«Denunciamos acciones de FRAUDE del TSE y proponemos acciones INMEDIATAS de transparencia mientras tanto NO reconocemos resultados», dijo el candidato en su cuenta de Twitter.
ACUERDO FALLIDO
Más temprano en Twitter, Nasralla llamó a sus seguidores a manifestarse pacíficamente. «No se dejen provocar por activistas de JOH (Juan Orlando Hernández)».
Y Hernández, de 49 años, pidió a los hondureños esperar con calma y en paz el escrutinio y respetar el resultado.
«El presidente ya dijo que se deben contar todas las actas. Que se haga ese proceso y se comprobará que los nacionalistas ganamos las elecciones. No tienen que estar haciendo esos relajos en las calles, bloqueando las calles», dijo a Reuters Deisy Molina, una ama de casa de 45 años.
Aunque el miércoles ambos candidatos firmaron sendos documentos ante la Organización de Estados Americanos(OEA) comprometiéndose a respetar el resultado una vez contabilizados todos los votos, el acuerdo quedó en el aire después de que el opositor dijo que le intentaron tender «una trampa».
Nasralla rechazó el documento horas después de firmarlo, acusando a su rival de intentar robarle la elección.
Observadores internacionales dijeron que los retrasos dañan la credibilidad de las autoridades y amenazan con afectar la legitimidad del ganador.
Con información de Reuters