El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra´ad Al Hussein, dijo el viernes que el nivel de violencia en El Salvador es escandalosamente alto y pidió al Estado que cumpla con sus obligaciones para respetar los derechos humanos y suspender la prohibición absoluta del aborto.
En una declaración difundida al concluir dos días de visita oficial, Al Hussein, condenó la violencia ejercida por pandillas y el crimen organizado que “marchitan la vida” de los salvadoreños.
El representante de la ONU se reunió con el presidente Salvador Sánchez Cerén y miembros de su gabinete de seguridad, que le detallaron los esfuerzos que según ellos hacen para combatir la delincuencia que abate el país. Al Hussein dijo que el plan “El Salvador Seguro” es un buen modelo, pero que debe implementarse manera integral y de acuerdo a normas internacionales de los derechos humanos.
Al Hussein también se reunió en privado con representantes de la sociedad civil y con activistas defensores de los DDHH, quienes abogaron en favor de los pandilleros.
Luego de reunirse con los activistas, el funcionario destacó que hay informes alarmantes de asesinatos extrajudiciales y del retorno de los escuadrones de la muerte.
Asimismo, Al Hussein criticó las medidas extraordinarias implementadas por el gobierno en las cárceles donde están presos los pandilleros y dijo que “han colocado a miles de personas en detención prolongada y aislamiento bajo condiciones realmente inhumanas”. Señaló que a los privados de libertad les han suspendido las vistas de sus familiares y destacó un brote de tuberculosis que ha afectado a miles de detenidos.
“Insté al presidente a que derogue las medidas extraordinarias y garantice acceso a estos centros de detención a las organizaciones internacionales independientes, incluyendo mi oficina”, concluyó.
Por otra parte, Al Hussein promovió la despenalización del aborto.
Durante su visita, el funcionario fue a la cárcel de mujeres, donde habló con reclusas condenadas por “homicidio agravado” por haber abortado y por ello cumplen condenas de 30 años de prisión. Destacó que al parecer “solamente mujeres de origen pobres y humildes son las que están encarceladas, una característica de injusticia sufrida”.
La legislación salvadoreña penaliza todas las formas de aborto.
Al Hussein llamó a las autoridades a emprender un moratorio a la aplicación de esta ley y pidió revisar todos los casos donde las mujeres han sido detenidas por ofensas relacionadas con el aborto, con el objetivo de asegurar el cumplimiento con el debido proceso y estándares de juicios justos.