El Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) exigió el viernes la renuncia de las autoridades de Seguridad del país por «incapaces» al no poder controlar la ola de ataques hacia los agentes policiales, que en lo que va del año ha cobrado la vida de 40 de ellos.
«Exigimos que las autoridades establezcan medidas emergentes para frenar los ataques contra los policías, militares y custodios de centros penales y sus familias (…) también pedimos la renuncia del ministro (de Justicia y Seguridad) Mauricio Landaverde y del director de la Policía (Howard Cotto) por incapaces, incompetentes e inútiles», dijo Marvin Reyes, representante del movimiento.
Reyes subrayó que los policías siguen demandando mejoras salariales y reclaman que el impuesto especial para la seguridad, que grava todos los servicios de telecomunicaciones con un 5 % y a las ganancias empresariales superiores a 500.000 dólares, sea «verdaderamente» destinado a las tareas de seguridad.
“Han hecho una piñata con el impuesto de seguridad”, acusó Reyes.
Actualmente, unos 23.302 policías y 13.827 soldados patrullan las calles y colaboran en operativos contra las pandillas, mientras se calculan al menos unos 70 pandilleros activos y distribuidos a largo y ancho del país.
En lo que va del año, suman 21 soldados, 40 agentes policiales y 3 custodios de prisiones asesinados, la mayoría de muertes atribuidas a las pandillas y perpetradas cuando las víctimas se encontraban de licencia.
El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, ha señalado en varias ocasiones que con los ataques a miembros de cuerpos de seguridad, las pandillas buscan presionar al Gobierno para obtener beneficios carcelarios similares a los dados durante una tregua entre las bandas, que tuvo lugar entre 2012 y 2014, con el apoyo del Ejecutivo.
Entre el 1 de enero y el 11 de octubre del año en curso, El Salvador registró 3.005 homicidios, 1.333 menos que los 4.338 computados en el mismo lapso del 2016, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC).