La Fiscalía General de la República (FGR) allanó la tarde del martes las instalaciones de la Asamblea Legislativa luego de varias denuncias por parte del Ejecutivo y sus «replicadores mediáticos» que aseguran que hasta un 50% de las plazas de trabajadores en la planilla del Legislativo son ocupadas por personas que no se presentan a trabajar de manera regular.
La FGR anunció que en su cuenta de Twitter que se ejecutaba una «orden de allanamiento» en las instalaciones del Congreso «como diligencia de investigación por plazas irregulares». Las conocidas «plazas fantasmas» son una práctica que se ha acostumbrado en diversas dependencias del gobierno, en forma de trabajo en ausencia, plazas ad honores o plazas a control remoto de una oficina a otra.
La orden de allanamiento fue girada por el juez 5° de Paz para que se pueda incautar información de tipo informático que permita a la fiscalía obtener elementos probatorios para el caso.
Según documentos liberados en medios digitales, el partido aliado al presidente de la República, Nayib Bukele, Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), es el instituto político con mayor cantidad de empleados por diputado y es el que mayor «plazas fantasmas» tendría.
El director de la unidad fiscal contra la Corrupción e Impunidad considera que hay elementos, tales como declaraciones de diputados miembros de la Junta Directiva de la Asamblea que han confirmado la existencia de las plazas y otras irregularidades.
Se conoció que durante el operativo, los fiscales secuestraron computadoras y evidencia documental de las áreas administrativa y de Recursos Humanos.
El Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (SIRASAL) ha sido categórico al solicitar que las acusaciones no sean utilizadas para privar a empleados legítimos de su trabajo. En conferencia de prensa denunció que unas 1,200 plazas del total de 2,400 del parlamento son ocupadas por políticos familiares y amigos de las cúpulas de las fracciones legislativas, pero no informó cuántas de esas plazas podrían ser «fantasma».
El presidente Bukele retuiteó las informaciones, pero asegurando que todas las plazas eran «fantasma».