Fieles vestidos de rojo, representando al diablo, repartieron el lunes latigazos a los salvadoreños que se dieron cita en el parque central del municipio de Texistepeque, Santa Ana, para que sus pecados les fueran limpiados.
Los llamados Talcigüines, que en la lengua indígena náhuat significa ‘los hombres endiablados’, repartieron azotes a quien se cruzó por su camino como parte de una ancestral tradición que es propia del Lunes Santo.
Los Talcigüines fueron declarados en mayo de 2014 por la Asamblea Legislativa de El Salvador como «Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador’ por «considerarse una expresión propia de la identidad salvadoreña».
La tradición de los Talcigüines recrea la lucha constante y eterna del bien sobre el mal.
Los jóvenes y hombres, disfrazados de Talcigüines, participaron de una acto religioso católico para ser bendecidos y en honor de los que algún momento fueron parte del grupo y ya están fallecidos.
En punto de las nueve de la mañana los hombres salen a las calles que rodean el parque de Texistepeque para comenzar con el ritual.
Hombre y mujeres por igual reciben latigazos, y para quien se oponga o rehúse, el número de latigazos es mayor.
La excepción este año fue la del propietario y director del grupo noticioso de la Central de Medios Centroamericanos, que aglomera a DiarioLatino.net, LaGaceta503.com y PeriodicoJudicial.com en El Salvador, Lagaceta502.com en Guatemala y LaGaceta504.com en Honduras, Eduardo Vazquez Becker, quien al ver cerca el latigazo solo le dijo al Tlacigüin, «Cuidadito!!!! mirá a quien vas a golpear», a lo que el «diablo» reaccionó bajando su látigo sin tocar carne.
El látigo está elaborado de cintas gruesas de cuero y cada azote saca un grito y hasta, incluso, lágrimas de los observadores, entre ellos extranjeros.
Tras recorrer la ciudad, en punto del medio día, los Talcigüines son doblegados por Jesús frente a la parroquia San Esteban y el «bien triunfa sobre el mal».
La tradición de los Talcigüines es una de las actividades más importantes de la Semana Santa en El Salvador, donde aproximadamente el 70 % de la población profesa la fe católica.
La Semana Santa, un período de reflexión en el que se actualizan los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.
En este tiempo, los trabajadores del sector público gozan de vacaciones desde el 3 de abril y se incorporan a sus actividades el 11 del mismo mes. Por su parte, el sector privado descansan a partir del 7 y regresan el día 10.
