Una decena de países de América y Europa desconocieron o censuraron la votación en Venezuela para elegir una Asamblea Nacional Constituyente, promovida por el presidente socialista Nicolás Maduro y que regentará sobre el resto de los poderes públicos.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, España, Estados Unidos, México, Perú, y Paraguay se sumaron el domingo al rechazo que ya habían expresado los gobiernos de Colombia y Panamá.
El mensaje de las principales capitales latinoamericanas podría agravar el aislamiento diplomático de Venezuela, que ha ido perdiendo aliados, especialmente desde que el gobierno entró en conflicto con la Asamblea Nacional tras unos comicios legislativos que ganó la oposición en diciembre del 2015.
Gran parte de la comunidad internacional había advertido antes de la elección a Caracas de la inconveniencia de una nueva constituyente, que ocupará el lugar de la Asamblea Nacional.
La embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Nikki Haley, sostuvo que su país no aceptará un «gobierno ilegítimo», en la primera reacción oficial de Washington a la elección.
Responsables dijeron que el gobierno estadounidense estaba considerando nuevas sanciones, que podrían incluir el bloqueo de las exportaciones de petróleo ligero que Venezuela necesita para diluir sus crudos extrapesados.
En tanto, España dijo que «estudiará, junto con sus socios de la Unión Europea y países amigos de la región, las medidas adicionales que puedan ser efectivas para promover una restauración de la institucionalidad democrática».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de México dijo en un comunicado que los comicios son «contrarios a los principios democráticos reconocidos universalmente, que no se apegan a la Constitución de la República y que profundizan la crisis en que se encuentra el país». Las cancillerías en Buenos Aires, Santiago, San José y Lima se expresaron en términos similares.
Paraguay dijo a través de su cancillería que no reconocerá los resultados porque se trató de un proceso «ilegítimo».
Brasil condenó la elección y los hechos de violencia que se produjeron en el país petrolero, que dejaron al menos diez fallecidos en la jornada electoral, que se suman a más de un centenar en el marco de las protestas que comenzaron en abril.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú convocó el domingo una reunión de ministros de Exteriores en Lima el 8 de agosto para «evaluar la situación en Venezuela». En un comunicado, la cartera destacó que espera la presencia de representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Paraguay.
Desde El Salvador, el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén, un aliado de Maduro que apoya la formación de una asamblea constituyente, dijo que confiaba en que el resultado de la elección trajera el ambiente de tranquilidad que necesita Venezuela.