Desde la Patagonia hasta el punto más al norte de México, el cambio climático es percibido como un problema “muy grave” por entre 60 y 80 % de la ciudadanía, una preocupación que duplica a lo expresado en Estados Unidos y Canadá.
Así lo muestra una encuesta realizada por el Barómetro de las Américas y la Universidad de Vanderbilt que incluyó 29 países y evaluó los factores individuales que predicen la opinión pública sobre el cambio climático en las Américas.
En base a su investigación, los autores concluyeron que principalmente la educación y el nivel socioeconómico y también la valoración del riesgo son los principales predictores de la preocupación por este fenómeno en la región.
Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Honduras encabezan el listado de países con mayor preocupación por el cambio climático. En Centroamérica, 8 de cada 10 personas encuestadas respondieron que consideraban “muy serio”, si sus gobiernos no hicieran nada para mitigar las consecuencias del fenómeno.
En Estados Unidos y Canadá, en cambio, apenas 4 de cada 10 ciudadanos interrogados calificaron a este problema como “muy grave” para sus países.
Otra diferencia en las Américas destacada en el estudio es la politización del tema. Mientras en EEUU, la preocupación por el cambio climático tiene diferencias según la inclinación política de los individuos, en Latinoamérica y el Caribe está más extendida en todo el espectro político.
“El alto nivel de preocupación por el cambio climático en Latinoamérica y el Caribe indica que hay, como mínimo, una demanda latente en la ciudadanía por respuestas. Los datos sugieren que los gobernantes (locales y nacionales) y las ONG que abogan por soluciones encontrarán a una audiencia interesada en dialogar”, aseguró Elizabeth Zechmeister, una de las autoras del estudio que utilizó una muestra representativa de cada país, tanto en población urbana como rural.
El hallazgo parece prometedor para las iniciativas verdes que buscan que las ciudades latinoamericanas apuesten por transportes públicos con energías renovables o que dicten ordenanzas a favor de la construcción ecoamigable.
En la región, al analizar los motivos de la mayor o menor preocupación, la encuesta mostró que aumenta la gravedad percibida sobre el cambio climático a medida que se incrementa el nivel educativo y socioeconómico.
Detrás de estos factores se ubica el riesgo ante los desastres naturales, como inundaciones, aluviones, sequías prolongadas o incendios forestales, que incrementaron en 8,3 por ciento la preocupación por el cambio climático. El grado educativo, no obstante, lo hizo cerca de 11 por ciento.
Así es fácil conectar que Centroamérica encabece el listado y que Chile aparezca sobre Canadá.
«En los encuestados de EEUU existe una conexión entre su evaluación del riesgo causado por un desastre natural y las preocupaciones sobre el cambio climático. Pudiera ser que las experiencias recientes (Huracanes Harvey e Irma) hayan incrementado esa preocupación, pero esa es una especulación que esperamos probar en futuros estudios”, concluyó Zechmeister.