Michel Temer volvió a salir airoso frente a las denuncias que recaen en su contra por corrupción. Este miércoles, la cámara de Diputados rechazó por segunda vez en tres meses que el presidente de Brasil sea sometido a juicio político.
El oficialismo sumó 157 votos, más una abstención y 14 ausencias, impidiendo así que la oposición alcance los 342 votos necesarios para autorizar a la Corte Suprema a analizar las denuncias contra el jefe de Estado, acusado de obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
La oposición sumaba hasta ese momento 136 votos y con el número alcanzado por los diputados del oficialismo, más las ausencias y la abstención, perdió las posibilidades matemáticas de lograr la mayoría calificada de dos tercios que habrían puesto a Temer frente a la Corte Suprema.
Temer es el primer presidente brasileño en pleno ejercicio de su mandato que es acusado formalmente de un delito de tipo penal y no una, sino dos veces.
En agosto pasado, la misma cámara de Diputados negó otros cargos por corrupción pasiva también formulados por la Fiscalía General, que en ambos casos apoyó sus denuncias en unos testimonios prestados por los dueños del grupo cárnico JBS.
En esta ocasión, cuando aún debía votar poco menos de la mitad de los diputados y el proceso continuaba, ya estaba garantizado que la denuncia será archivada y que, al igual que la primera, solo podrá ser retomada cuando Temer entregue el poder, el 1 de enero de 2019.
El mandatario recibió la información sobre el resultado de la votación en momentos en que llegaba a su residencia oficial desde el Hospital del Ejército, en Brasilia, en el que hoy fue ingresado tras sufrir una «obstrucción urológica».
Temer recibió el alta después de ser sometido a una serie de exámenes y, según fuentes oficiales, guardará «reposo» durante un período que no fue precisado.
Con información de Agencias