La obesidad y el sobrepeso son un problema de salud pública mundial y provocan enfermedades crónicas que ponen en riesgo la calidad de vida de las personas: diabetes, hipertensión y afecciones cardiovasculares. Entre los factores condicionantes de la obesidad se encuentran una mala alimentación y una dieta de baja calidad nutricional y poco diversa.
“En la Argentina más del 85% de la población tiene una dieta de calidad no buena, esto significa que solamente el 10 ó 15% de la población se aproxima a las recomendaciones de las guías alimentarias de una dieta saludable. Gran parte tiene brechas deficitarias en el consumo de verduras, frutas, legumbres o lácteos. Y por el contrario, brechas de exceso en los productos derivados de harinas e hidratos (panificados con cereales refinados, papa) y exceso en la ingesta de azúcares (proveniente de bebidas azucaradas, mate dulce o galletitas)”, aseguró a Infobae Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA).
Britos es el principal impulsor de la iniciativa “Comer mejor”, un programa comunicacional de Educación Alimentaria y Nutricional (EAN). Es una iniciativa del sector privado, que reúne a dos organizaciones no gubernamentales con amplia experiencia en nutrición pública, como CEPEA y la Red Argentina de Bancos de Alimentos (RedBdA). Por otra parte, el brazo académico está representado por la Universidad Católica Argentina (UCA), desde la Carrera de Nutrición y el Observatorio de la Deuda Social.
El objetivo es enseñarle a comer a los argentinos, sin perder de vista el contexto real. “Es un gran desafío considerando la coyuntura actual del país en relación a la alta inflación y el alto costo de los alimentos», dijo Kenny. Foto: Christin Klose/dpa
El objetivo es enseñarle a comer a los argentinos, sin perder de vista el contexto real: “Es un gran desafío considerando la coyuntura actual del país en relación a la alta inflación y el alto costo de los alimentos. Nos reunimos 23 expertos de varias disciplinas para elaborar y consensuar los mensajes y recomendaciones que se van a transmitir a toda la población a través de los medios”, afirmó, en diálogo con Infobae, Patricio Kenny, médico nutricionista (MN 56.921) y director de la Carrera de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina (UCA).
A partir del diagnóstico que hacen los expertos sobre cómo se configura hoy la dieta de los argentinos, empezaron a delinear cuáles son los cambios que deben implementarse:
– Comer más verduras, frutas y lácteos
– Incluir legumbres y frutos secos en la dieta
– Moderar el consumo de harinas, panificados y cereales muy refinados
– Disminuir la ingestión de azúcar ¿Cómo comen los argentinos? Crédito: CEPEA
La idea es avanzar no sólo hacia una alimentación saludable en términos de cumplir con las recomendaciones de una dieta sana, sino que también sea sustentable y moderar el impacto ambiental causado por la industria de los alimentos. “Esto implica un aumento del consumo de vegetales y una disminución del consumo de carnes rojas, justamente en un país como el nuestro, con elevado consumo de carne. No se trata de excluirla de la dieta, pero sí reconocer que hay un consumo en exceso que se podría este disminuir, el cual puede ser compensado por un aumento de la ingesta de vegetales”, señaló Britos.
Según adelantaron a Infobae, los mensajes educativos sobre los cambios dietarios y de alimentación se consolidarán durante lo que resta del mes de abril y mayo. Aunque Britos advirtió que estos enunciados estarán “segmentados, por un lado, en función al contexto sociocultural y por el otro, por ejemplo, por los grupos etarios”. “Estamos en un momento de la Argentina en el cual el 40% de la población es pobre, con lo cual, evidentemente, los mensajes van a depender de los contextos y eso, obviamente, está contemplado”, agregó.
Alimentación saludable y sustentable: cuál el rol del etiquetado frontal
Hace algunos días, se reglamentó la Ley de Etiquetado Frontal. Según los expertos, esta norma aportará herramientas para una mejora en la alimentación de los argentinos, ya que, según Kenny, “ofrece una oportunidad para encarar un proyecto de esta naturaleza; aunque no debería anclarse solo en el etiquetado sino proponer un diálogo sobre los cambios dietarios en términos globales”.
Según los expertos, la Ley de Etiquetado Frontal, que entrará en vigencia en agosto,debe estar acompañada por claros mensajes educativos (Foto: Mario Jasso/Cuartoscuro)
“Una primera contribución del etiquetado, obviamente, será la propia alerta. Los sellos de advertencia le van a comunicar al consumidor cuáles alimentos son los que tienen, potencialmente, un exceso de sodio, grasas, calorías en algunos casos o azúcares. Esta es una primera contribución del etiquetado que es intrínseca a su propia existencia”, señaló Britos.
Aunque aclaró que, luego de que se implemente la Ley en agosto, la norma debe estar acompañada por claros mensajes educativos. “Es importante que le plateemos a la gente que hay vida más allá de los sellos de advertencia, ya que las personas se encontrarán sinnúmero de alimentos que van a tener sellos negros. Con lo cual, el consumidor va a estar, de alguna manera, alertado o temeroso sobre si es conveniente, o no, comprar algún alimento”, dijo el experto.
En ese tono, aclaró que algunos de estos alimentos, pese a las advertencias, pueden ser convenientes o saludables. “Con los mensajes educativos vamos a tratar de incidir en la población para que pueda valorar, en forma completa, la información nutricional de un alimento; mirando los sellos de referencia pero también analizando en el rótulo tradicional, que está en el dorso del envase. Que puedan conocer cuál es el contenido global de un alimento en términos de nutrientes, qué aporte de proteínas o fibra brinda, o si tiene algún otro nutriente interesante o esencial”, explicó Britos.
«Vamos a tratar de incidir en la población para que pueda valorar, en forma completa, la información nutricional de un alimento», explicó Britos EFE/José Pazos/Archivo
“Comer Mejor” es un programa comunicacional que pretende impulsar la Educación Alimentaria y Nutricional (EAN) en un entorno digital. “Su objetivo principal es difundir en la población mensajes propositivos que faciliten decisiones inteligentes, cambios saludables y sustentables en la dieta y asequibles en un contexto económico muy complejo”, señalaron. “Somos tres instituciones las que estamos trabajando en este programa: la UCA, la Red Argentina de Bancos de Alimentos y CEPEA. La otra principal impulsora y ‘cerebro’ de esta iniciativa es Mariana Albornoz, nutricionista y coordinadora de proyectos en CEPEA”, relató Britos.
Para concluir, Kenny detalló que “la UCA representa un brazo importante de esta alianza con las ONG’s por ser una prestigiosa institución académica y, también, mediante sus referentes en Economía y Políticas Alimentarias (Sergio Britos, Prof. Adjunto en la Carrera de Nutrición, investigador reconocido y además director de CEPEA) y Ciencias Sociales (Agustín Salvia, investigador del CONICET y director del Observatorio para la Deuda Social Argentina u ODSA), los cuales aportarán su experiencia y conocimiento en el tema”.
Con información de Infobae