En la competencia por la supremacía de los vehículos autónomos todos los detalles son importantes. Las compañías fabricantes de este tipo de automóviles tienen que tener muchos aspectos en cuenta, que van desde la seguridad de los usuarios hasta la implementación de la tecnología que permita una conducción sin un conductor físico.
Google se ha anotado un acierto probando su tecnología en condiciones extremas. La empresa ha comunicado que las pruebas que lleva realizando desde hace un año en temperaturas extremas han sido un éxito.
Waymo, la división de coches autónomos de Alphabet, ha experimentado con las minivans Chrysler Pacifica Hybrid que utilizan el software desarrollado por la compañía en el Valle de la Muerte, el desierto que comparten California y Nevada, y que es catalogado como uno de los puntos más calurosos de los Estados Unidos.
Las temperaturas promedio del Valle de la Muerte en esta época del año varían entre los 43.3 y los 45.9 grados centígrados.
Además de afectar a los seres vivos, el calor extremo también puede afectar a los aviones y a los recién creados vehículos autónomos.
De acuerdo con Simon Verghese, ingeniero de Waymo, la importancia de probar los vehículos autónomos en condiciones extremas radica en asegurarse que los sistemas de enfriamiento puedan continuar operando incluso cuando se tienen todos los sistemas internos (incluido el software) funcionando a su máxima capacidad.
También se experimentó con el calor extremo en la ciudad de Las Vegas, donde los obstáculos son mayores e implicó que el auto hiciera muchas paradas, disminuyera la velocidad por un tiempo prolongado y tomara pendientes. Para ello, Waymo utilizó 200 medidas por segundo para confirmar que todos los sensores desarrollados por la compañía funcionaban correctamente.
La experimentación en el Valle de la Muerte y Las Vegas fue posterior a la experimentación dentro de túneles de viento, los cuales pueden emular casi cualquier condición climática, y que también resultaron exitosos.
En marzo, la compañía reportó estar haciendo pruebas en un clima totalmente contrario, el cual continúa causando serias complicaciones en los sensores de los coches autónomos: la nieve.