Gobierno busca enviar trabajadores a un país donde el salario mínimo es menor que en El Salvador

by Redacción

El Salvador quiere que algunos de sus 200.000 ciudadanos que se enfrentan a una posible deportación de Estados Unidos sean contratados por Catar, dijo el martes el ministro de Relaciones Exteriores del país centroamericano.

De visita en el estado del Golfo -uno de los países más ricos del mundo, sede del Mundial de fútbol de 2022- Hugo Martínez dijo que El Salvador tenía trabajadores «muy, muy cualificados» que ofrecer a Catar.

Martínez aseguró que mantenía negociaciones con líderes empresariales y funcionarios cataríes para asegurar empleos para los salvadoreños.

«Estamos negociando sobre trabajadores temporales, gente muy, muy cualificada, ingenieros que trabajan en el mantenimiento de aeronaves y mecánicos», dijo Martínez a periodistas en el marco de una ceremonia local.

«Estamos negociando esto y esperamos alcanzar un acuerdo», añadió.

Los dos países también están en negociaciones para lanzar vuelos directos desde Catar a El Salvador, según Martínez.

Por su parte, el secretario de Comunicaciones del presidente Salvador Sánchez Cerén, Eugenio Chicas, manifestó durante la celebración de propaganda del gobierno por los 26 años cumplidos de los Acuerdos de Paz, que el reino de Catar “ha ofrecido a El Salvador la posibilidad de un trato que permita de manera temporal trasladar en ciclos a trabajadores salvadoreños como ya ha ocurrido con otros países”

Catar, uno de los países más ricos en petróleo, está invirtiendo unos 500 millones de dólares a la semana en proyectos relacionados con el Mundial de 2022, por lo que ha contratado miles de trabajadores inmigrantes, en especial de la India y Asia para lograr construir a tiempo estadios, hoteles e infraestructura.

Alrededor del 90% de los cerca de 2,7 millones de habitantes de Catar provienen del extranjero, aunque actualmente se cree que hay solo unos 100 salvadoreños que trabajan en asuntos relacionados a la seguridad privada y la aviación.

Lo que omitió el gobierno salvadoreño en el informe de sus gestiones es que a principios de noviembre 2017 se instauró por primera vez en Catar un salario mínimo.

El salario mínimo catarí es de apenas 195 euros mensuales, unos $200, siendo esto el 66% del salario mínimo salvadoreño en la industria de la construcción.

Los empleados extranjeros que son llevados a catar viven en pequeños “campos de concentración” y no tienen permitido salir de sus lugares de trabajo, a menos que cuenten con permisos especiales. El consumo de bebidas alcohólicas o la música no autorizada por el gobierno es considerado un delito.

Producto de la política exterior salvadoreña y un sentimiento anti norteamericano profundamente arraigado en el partido político que detenta el poder actualmente, Washington anunció esta semana el final de un estatus de protección especial para alrededor de 200.000 salvadoreños inmigrantes en Estados Unidos

Esta decisión podría provocar la deportación de los salvadoreños cuando el actual estatus expire dentro de 18 meses.

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