El expresidente Mauricio Funes (2009-2014), prófugo de la justicia salvadoreña en Nicaragua, escribió en sus redes sociales que espera que los jueces que conocen un juicio civil en su contra por enriquecimiento ilícito y otros delitos analicen con «objetividad» las pruebas para acabar con un proceso «injusto y arbitrario».
La Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro instaló este lunes la audiencia probatoria contra Funes, su hijo Diego Funes Cañas y su exesposa Vanda Pignato, secretaria de Inclusión Social en el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, por no poder justificar ingresos de casi un millón de dólares.
«Espero que la cámara analice con objetividad las pruebas de descargo que presentó mi defensa y acabemos con este proceso injusto y arbitrario», publicó Funes en sus redes sociales desde Nicaragua, donde se encuentra huyendo desde septiembre de 2016.
Funes, un izquierdista que ejerció el periodismo tendencioso y de manipulación en la televisión por más de 20 años, añadió que un peritaje financiero presentado en la audiencia demostró que sus ingresos «sobrepasan la cantidad, que según la Fiscalía no tiene justificación legal».
Sin embargo, en el primer día de audiencia probatoria contra los imputados, la Fiscalía General de la República (FGR) advirtió que la Superintendencia del Sistema Financiero presentó un informe plagado con errores sobre las cuentas de Mauricio Funes.
El actual superintendente del Sistema Financiero, Ricardo Perdomo, fue el jefe de la Inteligencia del Estado en la administración Funes.
La audiencia, a la asistió Pignato, inició con la apertura de un sobre enviado que contenía las respuestas a 31 preguntas que Funes respondió desde Nicaragua, donde vive junto a tres de sus hijos y su actual cónyuge.
A pesar de las declaraciones de Funes y Perdomo, de acuerdo con un comunicado de los tribunales, en la audiencia declaró un perito financiero que auditó las finanzas de Funes y determinó que Pignato y Funes Cañas «no generaron ingresos y que sus cuentas fueron cubiertas en su totalidad por el expresidente”, sin poder explicar de donde salió el dinero para hacerlo.
Funes, además de los dineros no justificados, «tuvo un excedente de 639.603 otorgado en efectivo por el Grupo de Amigos de Mauricio», colectivo que lo apoyó durante la campaña electoral de 2009 y que tuvo a su «disposición durante su periodo presidencial».
Los jueces de la referida cámara de lo Civil programaron para el 23 de noviembre próximo la etapa de «alegatos de la audiencia probatoria» por el enriquecimiento ilícito del expresidente.
Además, el exjefe de Estado es investigado penalmente por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero durante su gestión, un proceso derivado de este juicio civil ordenado por el Supremo en febrero de 2016.
El expresidente y la exprimera dama Vanda Pignato, de origen brasileño, también fueron salpicados por el escándalo de sobornos de la constructora Odebrecht en Brasil y por la que la FGR tiene abierta una investigación.
Funes fue el primer presidente en llegar al poder de la mano de la otrora guerrilla del FMLN, partido que se mantiene en el Gobierno con el excomandante Salvador Sánchez Cerén.
