El expresidente efemelenista, Mauricio Funes Cartagena (2009-2014), aseguró el martes que la polémica tregua que las pandillas sostuvieron entre 2012 y 2014 se dio a iniciativa de estas estructuras y no de su Gobierno, el primero de la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Funes intentó de esta manera desmentir al obispo castrense de El Salvador, monseñor Fabio Colíndres, quien aseguró que la «infame tregua” surgió en la oficina de Funes Cartagena.
El obispo castrense y mediador entre las pandillas al inicio de la tregua, Fabio Colindres, testificó el lunes en un juicio contra 18 operadores y mediadores del armisticio que este proceso se dio por «invitación» del Gobierno y que no fue por iniciativa de la Iglesia, sociedad civil o las pandillas.
«Colindres miente. La tregua fue una iniciativa de cabecillas de pandillas y fue acompañada y facilitada por el Gobierno y la sociedad civil», publicó en sus redes sociales el expresidente, actualmente asilado en Nicaragua y reconocido en redes sociales por sus escritos erráticos, que han sido culpados a sus “hábitos” personales.
El religioso aseguró que entre finales del 2011 e inicios del 2012 el entonces ministro de Seguridad y actual de Defensa, David Munguía Payés, lo «invitó» junto a Raúl Mijango, otro de los mediadores, a ingresar al penal de máxima seguridad del país para iniciar un diálogo con los principales líderes de las pandillas.
Detalló que el resultado de ese diálogo, que se prolongó por más de 2 meses, fue el acuerdo de no agresión entre la Mara Salvatrucha (MS13) y el Barrio 18 en marzo de 2012 en la referida prisión de Zacatecoluca (Zacatrás).
Además, Colindres sostuvo que a cambio de pactar el armisticio, los principales líderes de las pandillas fueron trasladados a prisiones con un menor régimen de seguridad, desde donde comunicarían a sus «bases» a nivel nacional el acuerdo de no agresión.
El religioso añadió que el exmandatario Funes conoció desde un inicio el proceso y le manifestó su «total apoyo» a este en las diferentes reuniones en las que le dio cuenta de su avances.
A juicio de Colindres, la cuestionada tregua fue «exitosa» solo durante los primeros seis meses y que luego «decayó» con el alza de los asesinatos, la introducción de objetos ilícitos y prostitutas a las prisiones.
«Participé (en la tregua) convencido de que podría ayudar a bajar la cifra de asesinatos», pero después quedé «solo y rechazado», señaló el religioso, en referencia a la repulsa que la tregua tuvo de la Iglesia y de la sociedad, además de la negación de Funes de su parte en el “asunto”.
Tanto Munguía Payés, como el exdirector de la Policía y del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) Francisco Salinas y el secretario general del FMLN, que llevó a Funes al poder, Medardo González, sostienen que la tregua fue una política pública, es decir, emanada del Ejecutivo, entonces en manos de Funes Cartagena.