El fiscal general, Douglas Meléndez, celebró las condenas de entre 3 y 148 años de prisión que recibieron los miembros de un grupo que se dedicaba a asesinar a pandilleros y del que formaban parte 6 miembros de la Policía Nacional Civil (PNC).
«Nadie está sobre la ley. Todo agente de autoridad debe actuar en el marco de la legalidad y no abusar contra el ciudadano», sostuvo Meléndez en referencia a los agentes sentenciados por un tribunal especializado.
El pasado 9 de febrero, un tribunal condenó a 21 personas por el asesinato de 10 miembros de pandillas, 2 intentos de homicidio, robo y privación de libertad.
Los uniformados que formaban parte del grupo, 5 agentes y un chófer del cuerpo de seguridad, recibieron condenas de entre 3 y 48 años de prisión, mientras que los dos líderes de la organización recibieron sentencias de 184 y 158 años.
El tribunal basó su condena principalmente en la declaración de un testigo con identidad protegida, quien relató que el grupo operó principalmente entre 2014 y 2015, y que recibieron hasta 500 dólares por asesinar a pandilleros de la zona en la que residían los miembros del grupo de exterminio.
Este grupo fue desarticulado en mayo de 2016 por las autoridades de seguridad, un hecho inédito desde 1996, cuando se desactivó una estructura similar denominada «Sombra Negra».