Ante el creciente temor de que el mortífero huracán Irma impacte de lleno en el sur de Florida, sus residentes se apresuran en alejarse de la zona o conseguir tres elementos básicos en estas situaciones: agua, gasolina y material para proteger las viviendas.
Durante toda la semana, desde que se tuvieran avisos de la llegada inminente del ciclón, los supermercados viven un constante ir y venir de gente, aunque muchos de ellos se van con sus carros vacíos debido al desabastecimiento que sufren desde hace días.
Irma es el huracán de mayor envergadura registrado en el Atlántico y que podría llegar a Florida el fin de semana, tras dejar atrás un saldo de al menos diez fallecidos en el Caribe.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo que el impacto «será peor del previsto». Y alertó a la población: «No pierdan tiempo, se ordenó evacuar».
En este sentido, muchos afirman que «hay miedo» en Miami, lo que empujó a numerosos residentes a iniciar las compras de productos de «primera necesidad» mucho antes de lo habitual.
Ángel, ciudadano cubano residente en Miami desde hace varios años, comentó a EFE que el depósito de su coche está a punto de vaciarse, por lo que no duda en reservar lo poco que le queda para «volver a casa» con su familia y esperar a un posible caso de evacuación de emergencia.
Muchos no han esperado tanto, y las calles y autopistas de la ciudad lucen medio vacías, todo lo contrario que las vías de evacuación hacia el norte, que han registrado fuertes aglomeraciones.
Al menos cuatro refugios de emergencia abrieron oficialmente sus puertas en el Condado Miami-Dade, luego que el alcalde del condado Carlos Giménez emitió órdenes de evacuación obligatorias para los residentes que viven en las Zonas A y B.