El exjefe del Ministerio Público (MP), Luis Martínez, fue notificado el miércoles sobre supuestos nuevos delitos de corrupción durante su administración, en un caso que mediaticamente y con intenciones de obtener la reelección el actual fiscal, Douglas Meléndez, ha denominado como “Operación Corruptela”.
El Ministerio Público imputó los delitos de: lavado de dinero, peculado, negociaciones ilícitias, coecho propio, falsedad documentada y omisión de la investigación al exfiscal, en el intento de mantenerlo tras las rejas ante la incapacidad de obtener pruebas contundentes que le condenen de manera definitiva.
El `via crucis´ del exjefe fiscal, provocado por la persecución política y la protección a intereses ajenos a la institución, tendrá que continuar.
“Estoy más tranquilo en este banquillo y con mi conciencia más limpia que el fiscal general (Douglas Meléndez), en la silla, la cual se la dejé muy grande”, dijo en una declaración cerrada a medios de comunicación.
“Hay persecución política, hay dos tipos de delitos los reales y los imaginarios. Me responsabilizo de errores que haya cometido (durante la gestión como fiscal general) pero no de los delitos. Sólo el que no trabaja no comete errores”, dijo Martínez, agregando, “jamás ofendí a la ley, ni ofendí a los salvadoreños. En mi trabajo como fiscal siempre busqué beneficiar al bien público”, dijo.
“Siempre he estado dispuesto a hacerle frente a los problemas, nunca he dudado que cuando llegara este momento prevalecería la verdad y la justicia frente a las repugnantes mentiras y recupería mi libertad. Todos los casos que se han construido en mi contra son de odio y venganza, nuevamente estoy frente a una desenfrenada persecución política”, continuó.
Martínez reconoció que hubo fallas durante su gestión en la Fiscalía General de la República, pero aseguró que ninguna fue motivo de delito, como se lo imputa Douglas Meléndez.
Douglas Meléndez, titular del MP, acusó, sin pruebas como acostumbra a Luis Martínez de vender protección a personeros del gobierno pasado y a otros a cambio de fuertes sumas de dinero.
