Bajo una persistente lluvia, el mandatario estadounidense Donald Trump ofreció este jueves en Washington un discurso en medio de un inusual acto en el marco de las celebraciones del Día de la Independencia.
«Hoy nos unimos como una nación con este saludo tan especial a Estados Unidos», dijo el presidente Trump en el comienzo de su alocución, protegido detrás de un vidrio.
Las exhibición de tanques militares, el sobrevuelo de aviones de combate y un discurso desde el Monumento de Lincoln televisado en el horario central configuraron una celebración que tuvo más tono de campaña electoral que del tradicional y apolítico acto de los 4 de Julio.
«Celebramos nuestra historia, nuestra gente y los héroes que orgullosamente defienden nuestra bandera: ¡los valientes hombres y mujeres del Ejército de Estados Unidos!», agregó, en una de las tantas referencias a las Fuerzas Armadas del país.
El mandatario rindió tributo a la historia del país y al «espíritu» de los fundadores que lo mantuvieron fuerte: «Juntos somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de Estados Unidos», dijo desde las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln, el presidente que defendió la unidad del país durante la guerra civil, el mismo lugar desde el cual Martin Luther King pronunció en 1963 su célebre discurso «Yo tengo un sueño».
«Mientras nos mantengamos fieles a nuestra causa, mientras recordemos nuestra gran historia, y mientras no dejemos de luchar por un futuro mejor, no habrá nada que Estados Unidos no pueda hacer». Y agregó: «Los Estados Unidos son ahora más grandes que nunca».
Además, el mandatario alabó la figura del ingeniero aeroespacial Gene Kranz, presente en el evento y quien fuera el encargado de dirigir la misión tripulada a la Luna de la NASA en 1969. Y lanzó un anuncio sobre el que no ofreció demasiados detalles: «Vamos a ir otra vez a la Luna pronto, y plantaremos la bandera de Estados Unidos en Marte pronto».
Como estaba previsto, su discurso terminó con sobrevuelos de modernos aviones, entre ellos cazas F-22, un B-2 Spirit y diversas aeronaves del escuadrón Blue Angels de la Marina. Además, tanquetas y vehículos de combate estuvieron estacionados en los alrededores, aunque no circularon porque sus pesadas ruedas podían dañar las calles de la ciudad.
El mandatario pronunció su discurso frente a un grupo de invitados vip por la Casa Blanca, que repartió entradas de las primeras filas de las gradas temporales delante del Monumento a Lincoln a grandes donantes republicanos y familiares de militares y veteranos de las Fuerzas Armadas.
«El clima se ve bien, se aclara rápidamente y las temperaturas descienden rápidamente. Nos vemos», había tuiteado más temprano, descartando rumores de una suspensión.
Como siempre, el 243 aniversario de la independencia de Estados Unidos de la Corona británica incluyó un desfile en la Avenida Constitución, el concierto «A Capitol Fourth» en los jardines del Capitolio y, por último, los consabidos juegos pirotécnicos que comenzaron a las 9, hora local.
La alta seguridad del Servicio Secreto y las vallas metálicas instaladas alrededor del emblemático monumento fueron el centro de las críticas de miles de personas en las redes sociales, donde recordaron que hasta este año era posible sentarse en sus escaleras durante el 4 de julio para presenciar los fuegos artificiales.
Con información de AFP y EFE