El Gobierno de El Salvador y la Embajada de Estados Unidos avanzan en un convenio para facilitar visas temporales de trabajo a agricultores salvadoreños, informó el lunes el titular del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, Rolando Castro.
El funcionario señaló, durante una entrevista televisada, que las «gestiones con la Embajada de Estados avanzan y esperamos que en un mes, aproximadamente, el presidente firme un convenio».
Castro explicó que el Ministerio de Trabajo definirá cerca de 15 requisitos y capacitará a los agricultores «precalificados», quienes también serán evaluados por la sede diplomática en El Salvador.
Señaló que la cartera de Estados definirá un método de capacitación y preparación, y subrayó que el Ministerio de Trabajo es la «única entidad autorizada para realizar este proceso».
El funcionario recordó que las personas que sean favorecidas «deben de comprometerse a regresar al país» porque, de lo contrario, «estaríamos violando lo que se establezca en el convenio».
Añadió que se «está tocando las puerta de otras embajadas», entre estas la de Canadá, para «replicar este proyecto y favorecer a más agricultores de la zona rural».
El Gobierno de El Salvador busca con dicha iniciativa garantizar oportunidades temporales, pero legales, para que salvadoreños trabajen en EE.UU. y así evitar que más compatriotas se arriesguen viajando de forma ilegal a la nación norteamericana.
El Ejecutivo de Bukele también ha puesto en marcha el programa «Sembrando Vida», con el que se pretende generar 20.000 empleos agrícolas con la financiación del Gobierno de México para frenar la migración irregular a Estados Unidos.
Este proyecto permitirá sembrar sistemas agroforestales en 50.000 hectáreas del territorio salvadoreño y forma parte de las acciones de la administración de Andrés Manuel López Obrador para controlar los flujos migratorios hacia el norte a cambio de que EE.UU. no le imponga aranceles a sus productos.
Entre las razones que motivan la migración irregular en El Salvador se encuentran la búsqueda de mejores condiciones de vida, la reunificación familiar y la violencia.
Hasta marzo pasado, la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, había deportado a 3.718 salvadoreños mayores de edad, un 8,9 % superior a los registrados en los primeros tres meses de 2018, pero mucho menos que los deportados durante la administración Obama.
