A mediados de abril, el Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico de $64.805 dólares, apenas un año después de caer por debajo de los $4.000 dólares durante la peor venta del mercado bursátil desde 1987. Ethereum, por su parte, alcanzó su máximo histórico de $4.196 dólares un mes después.
Aunque es justo decir que la maquinaria de las criptomonedas se ha apagado un poco desde entonces, la adopción ha continuado a un ritmo alentador, impulsada por el creciente interés institucional, la manía de las NFT y la caída de las barreras de entrada. He aquí 4 de las señales más importantes desde el pico máximo del mercado.
1. El Salvador convierte el bitcoin en moneda de curso legal
Era sólo cuestión de tiempo que una nación soberana adoptara el bitcoin. El 9 de junio, El Salvador entró en la historia de las criptomonedas al adoptar este activo como moneda de curso legal en todo el país, lo que provocó críticas inmediatas del FMI y un tsunami de buena voluntad por parte de los verdaderos creyentes de la industria.
Con el 70% de los ciudadanos del país sin acceso a los bancos, y muchos de ellos dependientes de los dólares enviados como remesas por sus familiares en Estados Unidos -un proceso notoriamente lento y costoso-, El Salvador parece el terreno de pruebas perfecto para la red descentralizada de bitcoin.
Se anima a los ciudadanos a utilizar la próxima aplicación oficial de monedero del gobierno, que les permitirá convertir bitcoin en dólares (y viceversa), y hacer y recibir pagos utilizando códigos QR. Curiosamente, el gobierno de Bukele se ha comprometido a asumir todos los costes de conversión, alegando que son mucho más baratos que la administración del sistema actual en dólares.
El tiempo dirá si la decisión del gobierno salvadoreño ha sido prudente. Por el momento, sin embargo, es difícil ver su apoyo a las criptomonedas como algo positivo para la industria.
¿Quién podría apostar contra una cascada de pequeñas naciones que sigan su ejemplo? Aquellos que subcontratan su política monetaria a la Reserva Federal de Estados Unidos seguramente están observando a El Salvador con gran interés…
2.PayPal amplía sus servicios de criptografía y contrata a más de 100 expertos
Cuando PayPal anunció que sus usuarios podrían comprar, vender, mantener y gastar criptodivisas en la aplicación, muchos lo vieron como un cambio de juego para la adopción de cripto. Después de todo, se trata de una plataforma global con cerca de 400 millones de usuarios activos.
Aunque PayPal suscitó las críticas de muchos miembros de la comunidad de criptomonedas (los usuarios no pueden trasladar sus fondos al almacenamiento en frío), el sector se ha beneficiado en general. Entre otras cosas, porque aquellos que antes se resistían a abrir una cuenta de intercambio o a descargar un monedero caliente, ahora pueden experimentar desde el refugio seguro de su aplicación de PayPal.
En este sentido, PayPal puede actuar como una puerta de entrada al mundo de las criptomonedas y a todo lo que ofrece. Un minuto estás comprando 50 dólares de BTC a través de PayPal, y al siguiente estás comerciando con memes en Telegram o despotricando contra el presidente de la Reserva Federal, Powell.
Para que no se dude del compromiso de PayPal con las criptomonedas, actualmente hay más de 100 ofertas de trabajo relacionadas con blockchain en el sitio web de la empresa, con vacantes que van desde gerentes de criptoingeniería hasta directores legales. Está claro que se trata de una apuesta a largo plazo.
3. La demanda de stablecoins se dispara
Poco después de que el ETH alcanzara su máximo en abril, la incesante demanda de stablecoins hizo que la oferta total de activos digitales con privilegio estadounidense superara la marca de los 100.000 millones de dólares.
El crecimiento de los denominados criptodólares (principalmente USDT y USDC) refleja el éxito continuado de las finanzas descentralizadas, un sistema financiero paralelo que se ocupa de los productos de comercio, préstamo y ahorro.
Las stablecoins permiten a los usuarios de criptomonedas moverse con mayor rapidez entre las operaciones sin necesidad de esperar a que se compensen las transferencias. También se utilizan para «bloquear» los beneficios debido a su estabilidad inherente.
Circle, la empresa matriz de USDC, se comprometió el mes pasado a convertirse en el primer operador de stablecoins en cotizar en la Bolsa de Nueva York. Increíblemente, la circulación de USDC ha aumentado más del 3.400% desde enero.
4. Comprar y cobrar criptomonedas es más fácil
650 bancos estadounidenses, entre ellos populares cooperativas de crédito y bancos comunitarios, ofrecerán pronto la posibilidad de comprar bitcoins a unos 24 millones de clientes. El acuerdo, entre el proveedor de tecnología bancaria NCR y el New York Digital Investment Group (NYDIG), permite a los clientes acceder a la compraventa de criptomonedas a través de una aplicación móvil especialmente diseñada.
Esta expansión de los servicios bancarios digitales sugiere que las instituciones tradicionales se están cansando de ver a los clientes hacer compras de cripto con intercambios de terceros. Es probable que la decisión de PayPal de apoyar el cripto también haya acelerado el movimiento. «Cambiar o morir».
La empresa estadounidense dominante, Coinbase, está facilitando más que nunca la compra de cripto y la retirada de dinero. La firma que cotiza en bolsa acaba de introducir el soporte para las compras de cripto con tarjetas de débito vinculadas en Apple Pay y Google Pay, así como los retiros de efectivo instantáneos de hasta 100.000 dólares por transacción. A diferencia de las retiradas tradicionales, que pueden tardar 5 días hábiles en procesarse, la nueva función de retirada de dinero de Coinbase utiliza pagos en tiempo real, lo que significa que los usuarios reciben su dinero en segundos.
5. Nuevo tope ¿Cuándo?
Teniendo en cuenta lo anterior, es fácil ver por qué el número de personas que utilizan criptografía se ha duplicado con creces desde enero. En la actualidad hay más de 220 millones de usuarios que interactúan con los activos digitales y, a pesar de la interminable avalancha de miedo, incertidumbre y duda por parte de los bancos centrales, los reguladores y los medios de comunicación tradicionales, las perspectivas son abrumadoramente positivas.
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Con información de El Clarín