Un documento de una empresa china reveló que el gigante asiático planea construir un conjunto de campos de refugiados en la frontera con Corea del Norte, con el temor de que una guerra en la península cause una escalada de la crisis humanitaria que desate una ola de refugiados sobre su territorio.
La información se filtró a través de un reporte interno de China Mobile, un gigante estatal de telefonía que, según la información, tenía el encargo de proveer de internet a estas cinco nuevas instalaciones en la provincia de Jilin.
El aumento de la tensión durante los últimos meses por la amenaza nuclear que representa Kim Jong-un hace temer al régimen chino el inicio de un conflicto bélico. Si bien la dictadura norcoreana podría causar graves daños en su vecino del Sur, se da por descontado que el poderío estadounidense destruiría en corto plazo la infraestructura básica del país, lo que causaría una masiva ola de refugiados hacia la frontera con China, de 1.400 kilómetros de largo.
El aumento del flujo migratorio podría darse aún sin una guerra, ante el posible colapso del régimen de Kim, ahogado por las sanciones económicas internacionales y amenazado con una sequía que podría causar una histórica hambruna.
«Debido al aumento de las tensiones, el Comité del Partido (Comunista) y el gobierno del condado de Changbai han propuesto cinco campos de refugiados», indica el documento. Un vocero de la Cancillería fue consultado por el tema y se limitó a decir que no había visto los reportes, sin negar las versiones.
Cheng Xiaohe, un académico chino especializado en Corea del Norte de la Universidad de Renmin (en Beijing) indicó, en declaraciones a The Guardian, que no podía confirmar la veracidad del reporte, pero consideró que sería irresponsable por parte del gobierno en no tomar tales precauciones. «Las tensiones son altas, al borde de la guerra. Como una potencia y un vecino, China debe planear para todas las eventualidades», comentó.
A mitad de año, varios reportes señalaban que el gobierno chino ya había desplazado tropas hacia la región y preparaba los primeros refugios para civiles.
China, como principal aliado del régimen norcoreano, está interesado en llegar a una solución diplomática que desescale la tensión en la península, pero no deja de tomar precauciones ante la posibilidad de que Kim Jong-un abra fuego contra sus enemigos. Según ha advertido el gobierno de Xi Jinping, en ese caso no intervendría en el conflicto, por lo que se limitaría a resguardar lo que suceda en sus fronteras.
La mayoría de las deserciones de la dictadura comunista se producen a través del territorio chino, que tiene la política de repatriar a aquellos inmigrantes que sean descubiertos tras conseguir el peligroso escape.