Los centros de votación abrieron el domingo sus puertas a primera hora para la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas, en las que el actual presidente, Nayib Bukele, busca la reelección para un segundo mandato consecutivo y figura como gran favorito, a pesar de haber al menos seis artículos en la Constitución de la República que lo prohíben.
Un total de 1.595 centros han sido organizados en diferentes partes del país y en los cuales han sido desplegados unos 24.000 agentes de la Policía Nacional, según la oposición política para provocar miedo en los votantes y más de 3.000 observadores nacionales y extranjeros.
Estaba previsto que los lugares comenzaran a recibir a los votantes a las 07.00 horas, pero en algunos centros la apertura se retrasó hasta las 08:00 horas y en varios de ellos con irregularidades.
A pesar que la Policía Nacional Civil (PNC) y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) informaron que no se registran percances y se espera que la jornada electoral, con una duración de 10 horas, se desarrolle con tranquilidad, partidos opositores han denunciado en redes sociales que en varios lugares hubo irregularidades en la instalación de las mesas electorales y en el ingreso de sus vigilantes a los sitios de votación.
Los más de 5,5 millones de salvadoreños convocados a votar deben elegir a su próximo presidente y sus diputados a la Asamblea Legislativa entre una terna de tres partidos políticos de oposición y tres oficialistas, entre ellos el oficialista Nuevas Ideas (NI), de Bukele, quien busca una reelección.
El camino a la reelección de Bukele se abrió en 2021, cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que había sido nombrada por los diputados de mayoría oficialista sin seguir el procedimiento legal, cambió un criterio de interpretación de la Constitución.