Argentina empató con Paraguay como local en La «Bombonera» y resignó sus primeros puntos en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Qatar 2022, en las que también podría resignar la punta de la tabla que comparte con Brasil si éste le gana mañana a Venezuela en el Morumbí en el cierre de la tercera fecha.
Un rival incómodo, como se anticipaba, resultó ser Paraguay, sobre todo en los primeros minutos del partido cuando ocupó bien los espacios en cancha y ahogó a Argentina en la salida. Más aún cuando se puso en ventaja a los 21′ con un gol de penal convertido por Angel Romero tras una falta contra Miguel Almirón, lo mejor de la «albirroja», cometida por Lucas Martínez Quarta.
El zaguero de Fiorentina que se sumó a último momento al plantel de Lionel Scaloni tras desoír la prohibición impartida por las autoridades sanitarias de Florencia en tiempos de pandemia y terminó siendo titular, dejó la pierna atrás y provocó la falta contra el jugador de Newcastle con pasado en Independiente de este país.
Falta que trocó por gol Angel, uno de los dos mellizos que juegan en San Lorenzo, con un remate a la izquierda de Franco Armani, arquero de River Plate que eligió el palo opuesto y ya había tenido una buena intervención previa para evitar la caída de su valla.
La ventaja favoreció el libreto preparado por el técnico argentino del equipo visitante, Eduardo Berizzo, que siguió presionando y cerrándole los espacios a una Argentina que no lograba encontrarlos siquiera cuando la pelota pasaba por los pies del capitán Lionel Messi.
El astro del Barcelona fue de mayor a menor en el partido, comenzó a retrasarse cada vez más en la cancha para estar más en contacto con la pelota, pero tampoco logró romper el cerrojo que tendió Paraguay en defensa, contra la que también chocó Lautaro Martínez, jugando de espaldas al arco defendido por Anthony Silva durante gran parte del duelo.
Argentina intentó asociarse con Lucas Ocampos y Exequiel Palacios por la banda izquierda, pero la sociedad se rompió a los 28′, cuando Angel Romero (amonestado en la siguiente falta que cometió) cargó con demasiada e innecesaria vehemencia contra el volante del Bayer Leverkusen y lo sacó de la cancha con un golpe de rodilla a la altura de la cintura que obligó a su traslado inmediato a una clínica antes de finalizar el partido.
Paradójicamente, de los pies de su reemplazante, Giovani Lo Celso, que volvía a la selección después de perderse las primeras dos fechas por lesión, nació el empate de Argentina, en un tiro de esquina concedido innecesariamente por un zaguero paraguayo y ejecutado por el jugador del Tottenham Hotspur que conectó de cabeza a la red Nicolás González.
El lateral elegido para reemplazar al lesionado Nicolás Tagliafico demostró sus condiciones como delantero, posición que suele ocupar en el alemán Stuttgart, y anticipó en el salto a Robert Rojas para decretar el 1-1 cuando restaban cinco minutos para el final del primer tiempo.
El gol fue un desahogo para el equipo de Scaloni, que no había tenido opciones claras para igualar y que en el complemento salió más decidido a llevarse por delante a un Paraguay que disminuyó la presión constante producto del desgaste realizado en el primer período y se replegó sobre su campo apostando a algún contragolpe.
Argentina fue más en ese capítulo, con un Messi que alternó aciertos con errores, pero que pidió siempre la pelota jugando libre y hasta tuvo la oportunidad de festejar su septuagésimo segundo gol con la casaca «albiceleste», aunque finalmente terminó siendo invalidado por el árbitro brasileño Raphael Claus.
El mismo que no sancionó un supuesto penal en una jugada previa en ataque del visitante por una mano de Nicolás Otamendi en el área que muchos protestaron mientras Gustavo Gómez se desentendía de la polémica, tomaba el rebote y sacaba un remate apenas alto.
En la siguiente, Nicolás González, la sorpresa de último momento en el equipo de Scaloni, trepó por su banda y habilitó a Lo Celso, quien cedió el balón para que Messi a la carrera sometiera a Silva con un remate bajo que llegó a tocar el arquero paraguayo.
Messi todavía lo celebraba cuando Claus, advertido por el VAR, revisó en pantalla el inicio de la jugada en la que hubo una falta contra Romero, tras la cual llegaron al menos una decena de toques de Argentina previos al gol del capitán del Barcelona que hubiese sido el vigésimo tercero para él en eliminatorias y el segundo en la actual edición tras el convertido de penal en el estreno ante Ecuador (1-0).
Si bien la falta existió y el juego no se detuvo pareció una exageración el tiempo transcurrido para retrotraer la acción e invalidar la conquista. «En cualquier momento, el VAR anula un gol por una falta en un partido previo», exageraba un testigo ocasional de la situación.
Messi quedó masticando bronca como toda Argentina, que venía de lograr una histórica victoria en La Paz frente a Bolivia (2-1) y hoy, con el ingreso del retornado Angel Di María por Rodrigo De Paul y el de Lucas Alario por un agotado Martínez fue por más y contó con alguna otra chance como para llevarse los tres puntos.
Un tiro libre de Messi al ángulo que descolgó Silva y uno de los pocos del astro que tuvo el destino esperado en este partido, a los 70′, fue quizás la última opción de Argentina para torcer la historia y mantenerse con puntaje ideal.
Con más ímpetu que ideas lo buscó hasta el pitazo final del árbitro brasileño, pero chocó una y otra vez con un Paraguay que, a esa altura, se aferró al empate y mantuvo su invicto en el torneo, por el que recibirá en la próxima fecha a Bolivia, vencida hoy nuevamente en La Paz por Ecuador (3-2) en el inicio de la jornada.
Argentina se quedó con el sabor amargo tras resignar sus primeros puntos y en casa y ahora deberá ir a buscarlos a Lima, donde el martes visitará a Perú por la cuarta jornada eliminatoria a la que podría no llegar ya como uno de los líderes si Brasil supera este viernes en el Morumbí a Venezuela, derrotada en sus dos presentaciones previas.
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Con información de ANSA
