Aeroman, la estación reparadora propiedad de MRO Holdings, inauguró el lunes su sexto hangar, con el que se consolida como el centro de mantenimiento aeronáutico más grande del continente.
La compañía invirtió US$45 millones en la nueva infraestructura donde será capaz de albergar a las aeronaves más grandes de la aeronáutica comercial y donde contará con personal salvadoreño.
Aeroman opera en los terrenos de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (Cepa) en el Aeropuerto Internacional monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, donde comenzó su viaje hace más de 35 años con apenas 30 técnicos.
Con la ampliación, Aeroman suma capacidad para atender 12 aviones de cabina angosta y aeronaves clásicas.
Actualmente, la compañía emplea a más de 3.000 personas y está en capacidad de dar servicios de mantenimiento aéreo especializado a las principales familias de aviones comerciales. Los empleados hacen historia ya que han afianzado sus roles en una industria joven en el país que ha abierto las puertas a cientos de salvadoreños que literalmente respaldan la seguridad y estética de cientos de aeronaves en la región.
«Son 35 años de éxito, de reconocimeinto. Los ejecutivos de Aeroman entregan sangre, sudor y lágrimas. Esa mística de trabajo lleva a que el éxito es compartido, como empresa que opera donde muchos colaboradores colaboran entre sí da la ventaja competitiva», detalló el año pasado Roberto Kriete, presidente de la junta directiva de Aeroman.
El crecimiento del taller especializado también es superior a sus pares en la industria. Hace cinco años, Aeroman tenía 11 líneas de producción y ahora llega a las 40.
El nuevo hangar está diseñado para recibir y hacer mantenimiento a un Boeing 777, el avión de largo alcance, de fuselaje ancho, con capacidad de transportar a más de 500 pasajeros.
«Son proyectos de ingeniería más profunda que permiten transformar los servicios de nuestros clientes y las empresas que forman parte de MRO Holdings», dijo Echeverría. El Holding al que pertenece Aeroman reúne a tres centros: Flightstar Aircraft Services en Florida, EE.UU., Aeroman con sede en El Salvador y TechOps, con sede en Querétaro, México.
La estación de El Salvador está certificada para atender naves de las familias A320, A319, A321, además del nuevo A320neo y el gigante A330 de Airbus. Además de los aviones del fabricante europeo, la compañía cuenta con certificados para los de la estadounidense Boeing.
Los servicios abarcan a los Embraer E190, uno de los aviones más usados para rutas cortas, muy popular en vuelos domésticos en Estados Unidos, una mezcla que le deja muy bien preparado para atender las necesidades de la industria en la región.
Buena parte del trabajo se hace tras bambalinas, dice Echeverría. Cada certificado se logra con distintas autoridades, en distintos países mucho antes de que un nuevo modelo ingrese a uno de sus hangares: “Porque si alguien dice puedo reparar un E190, pero en Brasil, tienes que tener la capacidad 190 y tienes que tener aprobación de la autoridad brasileña y la autorización local. Es un trabajo tras bambalinas, cuando ya lo tienes te sientes más seguro”, explicó.
Ya en pista los mantenimientos que el MRO hace toman de cinco a 35 días. En los plazos más largos las aerolíneas aprovechan el tiempo de las aeronaves en tierra para hacer modificaciones, mejoras o ‘upgrades’ para implementar nuevas tecnologías.
“Normalmente estamos recibiendo requerimientos de modificaciones junto con los aviones. Ya sea modificaciones estructurales, o modificaciones al interior de los aviones odesistemas de comunicación”, dijo Echeverría en una entrevista periodística el año pasado. También incluye instalar equipos para Internet en los aviones, nuevos sistemas de entretenimiento o bien modernizar la cabina de pasajeros o la cabina de pilotos. Incluso una tarea sencilla de agregar contenido al sistema de entretenimiento durante el vuelo,todo bajo los pedidos de los clientes.
Clave: talento salvadoreño
El año pasado Aeroman atendió a más de 300 aviones y desarrolló más de cuatro millones de horas de trabajo. «Cuando empezamos éramos una empresa más pequeña, nunca nos imaginamos que íbamos a tener más de 3.000 empleados. La clave fue creer y centrarse en el elemento humano», dijo el año pasado Roberto Kriete, el empresario que este año asumió la presidencia de la junta directiva de Avianca y que mantiene además una importante participación accionaria en Volaris.
«Aeroman nace en la guerra (civil salvadoreña). Combinando financiamiento, sabiduría, conocimiento… lo primero fue tener un sueño, creer en el país. No dudamos de hacerlo aquí, y poder trabajar con el ser humano: sin las personas, las empresas no son nada», agregó Kriete.
En 2014, Aeroman inició una etapa de inversión de US$120 millones para ampliar su operación y contrató a 2.000 personas. En 2018, con la apertura del nuevo hangar, una vez más, la firma buscó 700 nuevos colaboradores para atender a 16 aeronaves de fuselaje angosto y entre 6 y 8 de fuselaje ancho, con la nueva ampliación se espera se generen 650 nuevos empleos.
Para hacer más eficientes los procesos internos, la firma impulsó la digitalización de procesos entre sus colaboradores. «Hemos desarrollado la forma en que el colaborador hace pedidos del aparato de su avión. Basado en sistema digitales, cada colaborador cuenta con su aparato, hace pedidos, interactúa con toda la empresa. Esto ha permitido la penetración rápida, tener eficiencias de planificación, control de calidad, para hacer una operación más segura, más eficiente y más competitiva», destacó Echeverría.
El año pasado, MRO Holdings abrió un nuevo servicio de ingeniería aeronáutica detallado. La nueva empresa arrancó con 28 ingenieros salvadoreños. Se trata del Centro de Soluciones Técnicas, que tendrá por misión hacer más eficiente el core business de Aeroman, un negocio que cada vez vuela más alto.
Con información de Estrategia y Negocios