Inglaterra vuelve a ser campeona de Europa. Las inglesas revalidaron el título en una dramática tanda de penaltis (3-1) después de un empate a uno que llevó al límite las emociones. España rozó el sueño de su primera Eurocopa, pero no pudo culminar la gesta en la lotería final. Cata Coll mantuvo viva la esperanza con dos paradas heroicas, pero los fallos de Mariona, Aitana y Salma condenaron a La Roja. Kelly, con el último lanzamiento, dio a Inglaterra una nueva corona continental.
Basilea se vistió de historia para acoger una final que es ya un clásico del fútbol femenino moderno. España e Inglaterra, las dos grandes potencias de los últimos años, se enfrentaron en el St. Jakob-Park por la conquista de la Eurocopa. Para las inglesas, revalidar el título de 2022 significaba confirmar un reinado; para España, era la oportunidad de levantar su primera Eurocopa y completar un ciclo dorado tras el Mundial 2023 y la Nations League 2024.
En el palco, Rafael Louzan y las Princesas Leonor y Sofía compartían tribuna con Aleksander Ceferin, el Príncipe Guillermo y su hija, la Princesa Charlotte, mientras la afición teñía las gradas de rojo y blanco.

Un arranque intenso y el primer golpe español
El inicio fue un choque de estilos. Inglaterra entró con la fuerza habitual de un equipo que sabe lo que es ganar. Con posesión alta y transiciones rápidas, puso a prueba desde muy pronto a la defensa española. Hemp y Kelly generaron peligro por los costados, obligando a Cata Coll a intervenir con una parada providencial tras un error en la salida de balón.
España supo responder. Fue paciente, construyó sus jugadas con el sello que la ha llevado hasta aquí y, en cuanto encontró su ritmo, comenzó a dominar el balón. Esther avisó dos veces en apenas un minuto, con un zurdazo que Hampton desvió y otro disparo que se marchó rozando el palo.
Y entonces, en el minuto 24, llegó el golpe. Athenea apareció por dentro para arrastrar marcas y liberar el carril derecho a Ona Batlle, que puso un centro preciso al segundo palo. Allí estaba Mariona para conectar un cabezazo potente y ajustado que hizo estallar la grada española (0-1). España golpeaba primero.
Tras el gol, las de Montse Tomé crecieron. Se adueñaron del ritmo del partido y pudieron ampliar la ventaja antes del descanso. Esther rozó el segundo con un cabezazo que se fue por centímetros, mientras Mariona seguía desequilibrando cada vez que tocaba la pelota.
Comenzó la incertidumbre: empata Inglaterra
Pero en las finales nada está escrito. Inglaterra no se rindió y salió del vestuario con un punto más de agresividad. En el minuto 55, Stanway abrió a banda y Kelly, desde el perfil izquierdo, colgó un centro perfecto al corazón del área. Russo ganó la posición a las centrales españolas y conectó un cabezazo imparable (1-1).
Por primera vez en la final, Inglaterra se sintió fuerte. España dudó durante algunos minutos, y las inglesas estuvieron cerca de completar la remontada. Kelly volvió a tenerla con un zurdazo que obligó a Cata Coll a estirarse con una mano salvadora.
Un partido que pedía héroes
Montse Tomé reaccionó moviendo el banquillo. Alexia Putellas, agotada tras un enorme desgaste, dejó su sitio a Claudia Pina en el minuto 70. Y la joven atacante no tardó en aparecer: apenas tres minutos después, se internó en el área y sacó un zurdazo que la guardameta desvió como pudo.
El partido entró en sus últimos diez minutos con todo abierto. España buscaba recuperar la calma de la primera parte, Inglaterra apretaba cada vez que podía. Era una final de nervios, de pulso y de detalles. Las cabezas de las jugadoras ya estaban centradas en la prórroga, tan solo un tiro de Vicky amenazó la portería rival.
Tras los 90 minutos, la final llegó al tiempo extra con todo por decidir. España, que había sufrido en el tramo final, salió mejor en la prórroga. Vicky López avisó nada más reanudarse, colándose por la derecha y buscando sin éxito a Claudia Pina en el área.
En el 100’, Claudia probó suerte con un disparo cruzado tras encarar a Bronze, pero el balón rozó el poste. Y justo antes del descanso, llegó la más clara: centro raso de Ona Batlle y remate de tacón de Salma Paralluelo que se marchó fuera por centímetros. La segunda mitad de la prórroga fue un asedio español. En el 110’, Salma cazó un balón suelto en el área pequeña, pero no consiguió golpearlo con fuerza y la ocasión se esfumó.
España lo probó de todas las formas posibles, volcada sobre el área inglesa, pero el gol no llegó. El St. Jakob-Park contuvo la respiración, ya que la Eurocopa 2025 se tuvo que decidir desde los once metros. Lo tuvieron en su mano, pero los penaltis fueron despiadados. Cata Coll detuvo dos lanzamientos y mantuvo viva la esperanza, pero Mariona, Aitana y Salma no pudieron marcar. Kelly selló el 3-1 definitivo para una Inglaterra que revalida el título.
La Roja cayó de la forma más amarga tras adelantarse en la final y resistir 120 minutos. Tristeza en Basilea, pero también orgullo por una generación que sigue compitiendo contra las mejores.