El vicepresidente de la República, Félix Ulloa, criticó el martes a México por establecer un pacto migratorio con Estados Unidos sin la participación de los países del Triángulo Norte, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras.
Las autoridades estadounidenses y mexicanas llegaron la semana pasada a un acuerdo que obliga a México a incrementar la presencia policial en su frontera con Guatemala y a cambio evitó la imposición a partir del lunes de aranceles del 5 % a todas las importaciones mexicanas.
Esta situación, según lo expresó Ulloa, «va a tener consecuencias, no solo de carácter humanitario, sino a nivel de política regional».
El vicemandatario señaló que las «consecuencias de carácter político» serán «responsabilidad de nuestros Estados, porque hasta el momento los Gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador no hemos fijado una posición con relación a las pláticas y las negociaciones entre México y Estados Unidos».
«México ha negociado solo, de manera bilateral. Ha planteado que Centroamérica está abordo (de acuerdo), pero prácticamente somos una moneda de cambio en estas negociaciones y eso no puede continuar», expresó Ulloa durante su participación en la presentación de un informe sobre desplazamiento forzado por la violencia dado a conocer hoy en San Salvador.
El vicepresidente apuntó que, tras el acuerdo, las autoridades de EE.UU. «solo nos van a venir a contar lo que ya acordaron y nos van a venir a explicar cuáles son esas medidas a implementar».
«No tengo dudas de que México, como nación soberana, tiene todo el derecho de establecer sus propias políticas en este tema, porque también es un país expulsor de migrantes, pero ahora se le cuestiona, condiciona y se le presiona como un país de tránsito porque la expulsión (de migrantes) viene de nuestros países», añadió.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a desplegar 6.000 miembros de la recién creada Guardia Nacional para contener el flujo migratorio en la frontera con Guatemala.
El acuerdo, detallado en una declaración conjunta de los dos Gobiernos, también contempla que EE.UU. devuelva a México a todos los solicitantes de asilo, un colectivo que conforma el grueso de la actual oleada migratoria.