La Policía Nacional Civil (PNC) informó el domingo que el automóvil que explotó en la carretera al Puerto de la Libertad e hirió a dos policías municipales, contenía un explosivo artesanal e indicó, de manera sorprendente, que por el momento «es muy prematuro señalar que se trate de un atentado».
El jefe de la División de Armas y Explosivos de la PNC, Fausto Carranza, explicó durante una conferencia de prensa que el hecho sucedió aproximadamente a las 06.50 am y que en el interior del vehículo, que tenía reporte de robo desde el pasado 7 de febrero, «habían un artefacto artesanal que contenían un mecanismo electrónico».
El comisionado dijo que se descarta que «el artefacto se tratara de una granada fragmentada hechiza (artesanal)» y que por el momento es «muy prematuro señalar que el hecho se trate de un atentado».
«No podemos definirlo como un acto terrorista, no podemos decir si el ataque iba dirigido a alguien específico y aún no afirmamos que el hecho está relacionado con pandillas», señaló Carranza, quien agregó que la investigación continuará.
Este incidente dejó a dos miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) del municipio de Santa Tecla lesionados, quienes fueron trasladados a un hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
El ISSS informó en sus redes sociales de que uno de los agentes resultó con lesiones superficiales y recibirá el alta este domingo, mientras que el otro recibe atención por lesiones en el rostro, tiene afectado el ojo izquierdo y espera la evaluación de un cirujano plástico y de un oftalmólogo.
La forma de operar de quienes dejaron la trampa “cazabobos” en el vehículo que había sido robado 7 días antes, semeja a las técnicas terrorista que utilizó la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido político, contra agentes de Seguridad durante el conflicto armado pasado.