El presidente Donald Trump firmó el lunes un paquete de 4.600 millones de dólares para ayudar al gobierno federal a enfrentar el incremento de inmigrantes centroamericanos en la frontera entre Estados Unidos y México.
Muchos legisladores demócratas querían que la medida incluyera mayores protecciones en la forma como se trata a los inmigrantes en los centros de detención, además de facilitar las visitas improvisadas de los miembros del Congreso.
Trump firmó la medida en la Oficina Oval acompañado del vicepresidente Mike Pence y del secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar. El proyecto era necesario para mejorar las condiciones y lidiar con el sobrecupo de los centros federales de detención para migrantes que solicitan asilo, en su mayoría provenientes de países centroamericanos como Honduras y El Salvador.
“Esta es una solución humana a un tremendo problema que inicia porque tenemos malas leyes migratorias”, declaró el mandatario.
La Casa Blanca había amenazado con vetar la medida aprobada en la cámara baja del Congreso con el argumento de que perjudicaría las labores de seguridad fronteriza. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, se vio obligada a aceptar la versión del paquete propuesto en el Senado, de mayoría republicana, lo que frustró a los miembros más liberales de su bancada.
El plan apuntala la atención para decenas de miles de personas que llegan cada mes y quedan bajo custodia del gobierno, además de establecer parámetros en la manera en que el gobierno federal debe lidiar con ellos.
Trump expresó su satisfacción con la medida, pero dejó claro que no está contento con el estado de la inmigración ilegal en el país. Dejó entrever que continuará con sus planes de realizar operativos migratorios a nivel nacional para deportar a aquellos que viven sin autorización en Estados Unidos, incluyendo familias.
Trump prorrogó las redadas hace una semana. Tomó la decisión después de que Pelosi le pidiera al mandatario que las cancelara. Altos funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) también expresaron una grave preocupación de que la seguridad de los agentes estaría en riesgo debido a que se habían difundido muchos detalles sobre los operativos.
“Después del 4 de julio, se sacará de aquí a muchas personas”, amenazó Trump. “El ICE los va a detener y los vamos a devolver”, añadió, usando las iniciales en inglés del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
Trump restó importancia a las condiciones que enfrentan la mayoría de los solicitantes de asilo en sus países de origen. Dijo que están recibiendo “solicitudes de asilo frívolas”.
“Eso hacen para obtener acceso al país”, dijo el presidente. “Presentan sus solicitudes de asilo y son solicitudes completamente falsas”.