Donald Trump vuelve a ponerse al frente de un desastre natural. Tras el impacto de Harvey en Texas, ahora la preocupación está en Florida, donde este domingo golpeó el huracán Irma. Por ese motivo, el presidente de Estados Unidos declaró el estado de catástrofe natural, según confirmó la Casa Blanca.
Asimismo, el mandatario aprobó una solicitud de ayuda federal de emergencia para la recuperación de las destrucciones provocadas por el huracán.
La financiación federal incluye «subvenciones para viviendas temporales y reparaciones en el hogar, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de bienes no asegurados y otros programas para ayudar a individuos y dueños de negocios a recuperarse de los efectos del desastre».
Por su parte, Trump adelantó que viajaría «muy pronto» a Florida para evaluar las labores de rescate y reconstrucción.
«Voy a ir a Florida muy pronto», anunció el mandatario a los periodistas cuando regresó a la Casa Blanca luego de una reunión de gabinete con funcionarios de Seguridad Nacional y de gestión de emergencias en la residencia presidencial de Camp David.
El estado comenzó a recibir este domingo al devastador huracán Irma, tras varios días de preparativos y con el pronóstico de desplegar su fuerza en la costa oeste del estado.
El fenómeno ya dejó al menos 27 muertos en su paso por el Caribe y Estados Unidos, donde tres personas fallecieron este domingo.
En el Caribe, 10 murieron en la parte francesa y cuatro en la holandesa de St. Martin, cuatro en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, seis en las Islas Vírgenes Británicas y el Archipiélago de Anguila, dos en Puerto Rico y uno en Barbuda.
Trump ya se había manifestado el sábado a través de Twitter sobre la llegada de Irma. En un mensaje en la red social, indicó que «la guardia costera, el FEMA (Agencia Federal de Gestión de Emergencias) y todos los agentes federales» estaban listos para recibir al huracán.