Luego del impacto del ataque del sábado por parte de terroristas de Hamás sobre territorio israelí, las entidades financieras israelíes comenzaron a detectar usos sospechosos en las tarjetas de crédito de las víctimas.
A partir de eso, los medios israelíes confirmaron que se identificaron casos en los que los terroristas habían robado las tarjetas de las personas asesinadas, o de los rehenes israelíes llevados a la Franja de Gaza.
A partir de esto, el Banco de Israel comenzó a trabajar para la identificación de estos movimientos para congelar las cuentas. Según un comunicado oficial, el banco expresó que “debido a la situación de seguridad hemos visto casos en los que se hace un mal uso de la información de las tarjetas de crédito y las cuentas bancarias”.
Además, agregó que habían creado un equipo especial dentro del Departamento de Supervisión Bancaria que va a trabajar cooperando con el gobierno para controlar la situación.
El banco le pidió a las familias de las víctimas que, en el caso de ver algún movimiento sospechoso, se comuniquen con la entidad para congelar la cuenta. Además, los bancos y compañías privadas que funcionan en el país también están monitoreando la situación con el apoyo de las agencias de seguridad israelíes y organizaciones civiles.
En este sentido, la empresa Isracard señaló que “hasta este momento no se ha recibido una lista oficial de personas desaparecidas del Estado de Israel y por lo tanto solo nos basamos en informes de familias, comunidades y fuerzas de seguridad autorizadas”.