La muerte el pasado miércoles de Stephen Hawking, el célebre físico y divulgador británico, conmovió a toda una generación que había llegado a maravillarse con el universo a través de sus escritos.
Sus investigaciones sobre las singularidades dentro de la teoría general de la relatividad, junto a Roger Penrose, y posteriormente sobre la naturaleza de los agujeros negros y la «radiación de Hawking» que emiten le valió un lugar en lo más alto del mundo científico.
Mientras que sus obras dirigidas al amplio público y basadas en preguntas fundamentales sobre el origen de la existencia, como en sus libros «Breve Historia del Tiempo» y «El Universo en una cáscara de nuez», lo convirtieron en una figura de referencia mundial.
Pero el legado de Hawking podría no terminar allí, ya que el cosmólogo presentó diez días antes de morir un artículo científico sobre la posibilidad de detectar otros universos y predecir el fin del mundo que podría convertirse en una de sus contribuciones más importantes al campo de la física.
El artículo de investigación, titulado «A Smooth Exit from Eternal Inflation?» (¿Una salida serena a la inflación cósmica?), fue escrito junto a Thomas Hertog y presentado para su evaluación por pares, parte del proceso científico previo a su publicación.
El texto ya se había presentado por primera vez en julio de 2017 en la plataforma científica Arxiv, pero una segunda versión corregida volvió a entregarse el 4 de marzo de 2018, casi dos semanas antes de la muerte del físico.
En sus páginas se discute la posibilidad de medir otros universos utilizando una sonda montada en una nave espacial, es decir probar la teoría de los universos paralelos que se desprende del modelo del Big Bang.
Según este modelo el universo habría comenzado con una suerte de explosión, la primera «singularidad», que fue seguida luego por una expansión exponencial conocida como «inflación cósmica» antes de finalmente enfriarse y estabilizarse.
Para muchos la teoría sugiere también el surgimiento de infinitos universos paralelos que conforman un multiverso, pero esto nunca había podido probarse y podría ahora estar al alcance.
El trabajo de Hawking y Hertog apunta precisamente a eso, y si se hubiera logrado hacer antes de la muerte del primero probablemente le hubiera valido el premio Nóbel de física.
«Él estuvo muchas veces nominado y debería haberlo ganado. Ahora nunca podrá hacerlo», dijo Hertog al periódico británico The Sunday Times.
Este físico belga de la Universidad de Leuven explicó que la intención que compartía con Hawking era convertir a la teoría del multiverso en un «marco científico comprobable».
De lograrse, este trabajo podría convertirse en un punto de quiebre para la cosmología.
«La idea intrigante en el artículo de Hawking es que el multiverso habría dejado marcas en la radiación natural presente en el ambiente, y que podríamos medirlo con un detector montado en una nave espacial», explicó Carlos Frenk, profesor de cosmología y miembro de la Royal Society.
El complejo artículo también predice que el fin del mundo llegará en la oscuridad, cuando las estrellas consuman su energía dentro de billones de años.
Aunque en el pasado Hawking también habló sobre otras formas en las que la humanidad podría acabarse muchos antes de ese momento por causa de una guerra nuclear, una plaga o desastres naturales.
«La mayor esperanza que tiene la raza humana de sobrevivir es mediante colonias independientes en el espacio», había dicho Hawking en una entrevista realizada el año pasado para la BBC. «No hay indicios de que el conflicto se reduzca, y el desarrollo de tecnología militar y armas de destrucción masiva podría hacer que esto sea desastroso», agregó.