El secretario de Seguridad Nacional en funciones de EE.UU., Kevin McAleenan, discutió el martes con las autoridades de seguridad de El Salvador las acciones implementadas contra la migración irregular.
La embajadora estadounidense en San Salvador, Jean Manes, aseguró en sus redes sociales que McAleenan sostuvo un encuentro con el ministro de Seguridad salvadoreño, Rogelio Rivas, y la canciller, Alexandra Hill.
También participaron autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC), de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) y el fiscal general, Raúl Melara.
Manes apuntó, sin entrar en detalles, que la reunión entre los funcionarios de ambos países sirvió para «discutir sobre los esfuerzos que se están haciendo en materia de seguridad para reducir la migración ilegal hacia Estados Unidos».
Por otra parte, la representante diplomática publicó la noche del lunes unas fotografías en las que se muestra a McAleenan y al presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
No obstante, el Gobierno del país no ha dado detalles sobre el encuentro.
Esta reunión se realiza apenas un días después de que en el país fueran sepultados los cuerpos de Óscar Martínez y su hija Valeria, ahogados el pasado 23 de junio en el río Bravo al intentar llegar a EE.UU. y cuya tragedia consternó a la comunidad internacional.
Las víctimas intentaban llegar a Estados Unidos para pedir asilo, como lo hacen muchos de sus compatriotas que tratan de escapar de la pobreza y la violencia de las pandillas que golpean a El Salvador.
La visita de McAleenan no es la primera de altos funcionarios del Gobierno de Donald Trump que recibe El Salvador en lo que va de 2019 para revisar la situación migratoria.
El pasado 20 de febrero, llegó la entonces secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, para pedir a los Gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala detener las caravanas de migrantes irregulares que han generado «inestabilidad a la región».
Nielsen firmó en esa fecha una «declaración conjunta» con ministros y secretarios de seguridad del Triángulo Norte de Centroamérica en la que asumieron «el compromiso histórico de enfrentar el desafío que supone la migración irregular».
El fiscal general estadounidense, William Barr, se encontró en San Salvador el 16 de mayo pasado con sus homólogos del Triángulo Norte y aseguró que su país mantendría la ayuda económica para combatir a las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS13).
En el último mes, la crisis migratoria que se vive en las dos fronteras mexicanas se ha agudizado después de que Estados Unidos diese al país un ultimátum para acabar con el flujo migratorio.
Hasta marzo pasado, la Administración Trump había deportado este año a 3.718 salvadoreños mayores de edad , un 8,9 % superior a los registrados en el mismo lapso de 2018.
