Salvador Sánchez Cerén rechazó en la ONU la «criminalización de los migrantes» y urgió a Estados Unidos a agilizar la reunificación de menores separados de sus familias en la frontera.
«Este año, muchas de las familias migrantes procedentes principalmente del Triángulo Norte de Centroamérica han enfrentado una difícil y dolorosa situación al ser separados», recordó Sánchez Cerén en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Esa separación, subrayó, «ha causado daños psicológicos y emocionales irreparables a niñas, niños y adolescentes».
«Reitero la solicitud de El Salvador a las autoridades estadounidenses para que agilicen el proceso de reunificación de los menores que llegaron a la frontera sur de ese país, acompañados o no de sus familias», añadió.
Sánchez Cerén recalcó que el interés del niño y su familia debe respetarse «independientemente de su estatus migratorio».
«El Salvador rechaza la criminalización de los migrantes», insistió el presidente, recordando los aportes que esas personas hacen a los países de acogida.
En ese sentido, destacó el caso de los salvadoreños amparados en EE.UU. por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
«Como Gobierno, trabajamos para que las instancias competentes de Estados Unidos garanticen los instrumentos legales que proporcionen mayor estabilidad migratoria y residencia permanente a la población acogida al TPS y DACA», señaló.
Sánchez Cerén se refirió además a la crisis en Nicaragua, llamando «al diálogo y a la concertación como los caminos necesarios para construir y preservar la paz con respeto a la Constitución y al Estado de derecho».
También demandó el fin de «medidas unilaterales» como el «injusto y anacrónico» bloqueo estadounidense a Cuba o el «cerco económico» sobre Venezuela.
En el plano global, el presidente salvadoreño destacó la importancia de que los países más ricos ayuden al resto a financiar sus políticas de desarrollo y para combatir el cambio climático.