Por Agencia Digital de Noticias -ADN-
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, reveló e lunes en una entrevista televisada que la Policía Internacional (INTERPOL) ha comunicado oficialmente que no existe difusión roja contra el expresidente de El Salvador, Mauricio Funes Cartagena ni contra su compañera sentimental, conocida como “La Michi”, ni contra dos de sus hijos, con quienes reside en Managua.
Según la Fiscalía General de la República (FGR) el expresidente Mauricio Funes Cartagena (FMLN/2009-2014) habría robado y malutilizado al menos 351 millones de dólares, además de unos 10 millones tomados de donaciones de Taiwán a la Cancillería salvadoreña.
Cotto dijo durante la entrevista Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña (TCS) que el mencionado organismo policial hizo saber al tribunal 5o de Instrucción, que fue quien solicitó a la Interpol la Difusión Roja contra el exmandatario, que sus protocolos no aplican en aquellos casos en que se está protegido por una situación de asilo político como lo es el caso de Funes, su compañera de vida y sus dos hijos.
«Nosotros fuimos informados e igualmente, nosotros informamos a la FGR lo resuelto por la Interpol», dijo el director de la PNC.
La Difusión Roja consiste en el registro de la inscripción del nombre y demás datos calificativos de un supuesto delincuente reclamado por la justicia de un Estado, con fines de extradición, a la Agencia de Policía Internacional (INTERPOL), la que a su vez retransmite esos datos a las instituciones policiales que la integran a fin de lograr su localización y captura.
Algunos países aceptan la Difusión Roja de la Interpol como equivalente a un mandato de prisión, efectuando así la captura de la persona mientras no sea encaminada por vía diplomática o pedido formal de extradición.
Las autoridades policiales salvadoreñas se mantendrán atentas a la reacción de la FGR y a los resultados de una solicitud de extradición enviada por el Gobierno de El Salvador al de Nicaragua, donde los presuntos delincuentes se encuentran protegidos por el régimen dictatorial de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
