A pesar de estar protegidas por ley, el Gobierno, además de vandalizar el interior del Palacio Nacional, ha destruído la «historia» del centro de San Salvador al demoler la manzana situada al sur del Palacio Nacional.
Académicos e intelectuales han visto de manera positiva la recuperación del otrora Centro Histórico de San Salvador, sin embargo, lamentan que en el proceso se dañen bienes emblemáticos como el Palacio Nacional y se destruyan sus areas circundantes.
La preocupación crece ante el aviso de que tal y como se lleva a cabo actualmente la revitalización del centro capitalino, existe un proyecto para realizar similares trabajos en el resto de centros históricos de Santa Ana, Sonsonate y San Miguel.
Para expertos como el arquitecto Carlos Ferrufino, las áreas destruidas son insustituibles.
La destrucción de varios edificios del Centro Histórico, que lo hacían único, han convertido la zona en tan solo un centro fundacional.
El antiguo edificio de la Biblioteca Nacional fue destruido, pese a que un grupo de profesionales aseguró que podía recuperarse y restaurarse.