El principal mediador de la polémica tregua entre las pandillas (2012-2014) instigada por el gobierno del expresidente Mauricio Funes, Raúl Mijango, sufrió hoy un fuerte quebranto de salud que lo obligó a abandonar la sala en la que enfrenta el juicio para recibir asistencia médica, informó un portavoz de los Tribunales a periodistas.
La fuente señaló que «lo más probable es que sea ingresado» en un centro médico por lo que resta del día, dado que este jueves «estaba más grave que ayer», cuando solicitó al tribunal un «tratamiento ambulatorio».
Mijango, excomandante guerrillero y exdiputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dejó la sala de audiencias, en la que se desarrolla desde el pasado 7 de agosto un juicio contra los operadores del armisticio, para ser evaluado por el Instituto de Medicina Legal (IML) a petición del juez.
El Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador instaló un juicio el pasado lunes, que se espera que dure un máximo de 10 días, contra 18 personas por los supuestos delitos cometidos en las prisiones al dar prebendas a los pandilleros a cambio de bajar la cifra de homicidios.
Entre los delitos atribuidos a los procesados están los de agrupaciones ilícitas, tráfico de objetos prohibidos al interior de las cárceles, actos arbitrarios, incumplimiento de deberes y falsedad ideológica.
El fiscal general Douglas Meléndez aseguró en mayo de 2016 que durante la tregua «funcionarios y empleados públicos se valieron de sus cargos para cometer diversos delitos» y «como producto de estas negociaciones con criminales se generó corrupción al romper la legalidad del sistema penitenciario».
A dicho armisticio las autoridades atribuyen una significativa reducción de los asesinatos entre 2012 y 2013, pero a partir de su ruptura el país experimentó alzas sostenidas de muertes violentas hasta marcar las 103 por cada 100.000 habitantes en 2015.
El entonces ministro de Justicia y actual de Defensa, David Munguía, que testifica este jueves; el exdirector de la Policía y del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) Francisco Salinas, que ya testificó en el juicio, y el secretario general del FMLN, que llevó a Mauricio Funes al poder, Medardo González, sostienen que la tregua fue una política pública.
Mientras que el obispo castrense Fabio Colindres, que fue de los primeros mediadores en la tregua y luego sacado del proceso, testificó que la misma se dio por «invitación» del Gobierno de Funes (2009-2014) y no por iniciativa de las pandillas o la Sociedad Civil.
Funes Cartagena, que huye de la justicia cuscatleca y esta actualmente asilado en Nicaragua, aseguró el martes que «Colindres miente», porque «la tregua fue una iniciativa de cabecillas de pandillas y fue acompañada y facilitada por el Gobierno y la sociedad civil”.