Antes que nada, cabe mencionar que los seres humanos matan aproximadamente a 100 millones de tiburones cada año. Mientras que, según el informe del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), los ataques de tiburones causaron la muerte solo a cinco personas en todo el mundo durante 2019.
Claramente, son los tiburones los que deberían estar más preocupados que nosotros.
Gavin Neylor, director de ISAF, señala que los tiburones son muy importantes para la salud de los océanos y advierte que la población de la mayoría sus especies está descendiendo drásticamente debido a la intervención humana. Aun así, en cualquier océano (todavía) podemos encontrarnos con tiburones.
La buena noticia es que no todos los ataques de estos depredadores marinos a humanos resultan en muertes. De hecho, no deberíamos sentir pánico por nuestras próximas vacaciones en la playa, pues las probabilidades de que un tiburón nos ataque son alrededor de 1 en 11.5 millones.
Sin embargo, ocurre.
Dicho esto, existe una serie de recomendaciones a tomar en cuenta para aumentar las posibilidades de sobrevivir en caso de un ataque de tiburón. Según Richard Peirce, ex presidente de Shark Trust, una organización internacional que aboga por los derechos de los tiburones en todos los países, esto es lo que deberías hacer:
ANTES DE METERTE EN EL AGUA…
Peirce no recomienda nadar en las desembocaduras de los ríos, particularmente por la presencia en esas zonas de tiburones toro. Y ni se te ocurra meterte al agua si hay una embarcación pesquera cerca, pues es probable que esté emitiendo fluidos, goteando sangre y ácidos… todas las señales que atraerían tiburones.
La hora del día también puede influir: temprano en la mañana y tarde en la noche, aunque romántico, son las mejores horas de caza para estos depredadores.
Otra recomendación del experto es no sangrar ni orinar dentro del agua:
La sangre indica la presencia de algo para comer y puede atraer a los tiburones, pero lo que a menudo se desconoce es que la orina tiene exactamente el mismo efecto.
Las mujeres que están menstruando deben quedarse en la playa y las personas que se cortan mientras nadan deben salir de inmediato del agua.
Y SI TE ENCUENTRAS EN MEDIO DE UN ATAQUE DE TIBURÓN…
1. NO TE ASUSTES
No es lo mejor que te ha pasado, pero si notas que un tiburón está cerca lo peor que puedes hacer, según Peirce, es exaltarte:
No empieces a chapotear, solo vas a excitar, incitar y alentar el interés del tiburón.
2. MANTÉN EL CONTACTO VISUAL
Mientras el tiburón esté nadando a tu alrededor debes girar la cabeza para intentar mantener el contacto visual, explica el experto.
Los tiburones son depredadores de emboscada. Si giras y te enfrentas al depredador todo el tiempo mientras te rodea, no le quedará tan cómodo atacar como cuando se acerca sigilosamente por detrás.
3. INTENTA VERTE GRANDE … O HAZTE PEQUEÑO
Aquí el asunto se complica. Si un tiburón está claramente en modo de ataque, debes hacerte lo más grande posible en el agua, según Peirce:
Cuanto más grande seas en el agua, más respeto obtendrás.
Pero si el tiburón parece simplemente estar de paso, el consejo de Peirce es “enrollarse como una pelota”.
Si un tiburón te ve como un competidor por su fuente de alimento, esa puede ser una razón por la que te ataca.
Si no quisiera ser visto por un gran tiburón blanco como un competidor, y si no mostrara un gran interés en mí, en realidad me acurrucaría para no llamar su atención.
4. ¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA!
Ni se te ocurra hacerte el muerto, pues no se trata de un oso, sino de un tiburón.
Si ya te encuentras bajo ataque, mándalo al infierno: golpéalo o patéalo en puntos sensibles, pero ten cuidado donde apuntas, indica Peirce.
Se habla de golpear un tiburón en la nariz. Está bien, pero recuerda que justo debajo de la nariz hay una boca.
Las branquias son muy sensibles: golpear allí a un tiburón no es una mala idea.
¿Llevas algo contigo? Si es así, conviértelo en un arma. Si eres un buzo con una cámara subacuática, úsala, si eres un buceador, quítate el snorkel y úsalo para pinchar al tiburón.
5. RETROCEDE LENTAMENTE
Aquí nos remontamos al punto uno y dos: desplaza la menor cantidad de agua posible (sin movimientos bruscos ni salpicaduras) nadando gradualmente hacia atrás (sin perder el contacto visual) desde el tiburón hacia la orilla.
Debes tratar de mantener al animal a la vista y, muy lenta y suavemente, intentar nadar hacia atrás y sumergirte en aguas poco profundas. Nuevamente, debes tener cuidado: los tiburones grandes pueden atacar en aguas muy poco profundas.
Los pasos anteriores pueden ayudar hasta cierto punto, pero Peirce deja claro que la probabilidad de escapar sin lesiones del ataque de un gran tiburón es escasa.
Si un tiburón blanco está en modo de ataque completo, no hay mucho que puedas hacer en ese caso.