El gobierno panameño rechazó las declaraciones del presidente Donald Trump sobre el Canal de Panamá el lunes.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó en un comunicado las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante su discurso de investidura volvió a criticar el desempeño del Canal de Panamá y aseguró que su país recuperará la infraestructura.
El canal es una vía marítma artificial de 82 kilómetros (51 millas) que conecta los océanos Pacífico y Atlántico a través de Panamá. Para Estados Unidos, esta infraestructura es fundamental en el área de las importaciones estadounidenses de automóviles y bienes comerciales en buques portacontenedores desde Asia, y para las exportaciones estadounidenses de productos básicos, incluido el gas natural licuado.
«En nombre del puebo panameño debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump relativas a Panamá (…) Ejerceremos el derecho que nos ampara, la base jurídica del Tratado, la dignidad que nos distingue», señaló el presidente José Raúl Mulino, en referencia a la amenaza de Donald Trump de que Estados Unidos retome el control del Canal de Panamá, como volvió a señalar en su discurso de investidura.
Trump había dicho previo a la investidura que planeaba recuperar el control estadounidense sobre el canal y acusó nuevamente a Panamá de romper las promesas que hizo para la transferencia final de la vía marítima estratégica en 1999 y de ceder su operación a China, acusaciones que el gobierno panameño ha negado vehementemente.
El presidente estadounidense no dio más detalles sobre cuándo o cómo pensaba hacerlo, pero anteriormente se había negado a descartar el posible uso de la fuerza militar, lo que generó por igual las críticas de los amigos y enemigos latinoamericanos de Washington.
El presidente panameño, que gobierna bajo la consigna «Con paso firme», reiteró su mensaje a la nación en diciembre pasado, cuando advirtió que «el Canal es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente».
A su vez, volvió a reiterar que «no hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración».
Mulino dijo en respuesta a Trump que «el Canal no fue una concesión de nadie».
«Fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999, producto del tratado Torrijos-Carter Y, desde entonces hasta la fecha, por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos», aseguró.
Mulino dijo que su gobierno y su país ejercerán «el derecho que nos ampara», en alusión a la base jurídica del tratado, la dignidad que nos distingue y la fortaleza que nos da el Derecho Internacional como vía idónea para manejar las relaciones entre países.
«Sobre todo, entre países aliados y amigos, como lo demuestran la historia y nuestras actuaciones respecto a los EEUU», recalcó Mulino.
Al concluir el comunicado hizo un llamado a dialogar.
«El diálogo es siempre la vía para aclarar los puntos mencionados sin menoscabar nuestro derecho, soberanía total y propiedad de nuestro Canal», afirmó en el texto.
Trump afirmó el lunes que el Canal de Panamá fue entregado «totalmente» y «se regaló de manera engañosa» a ese país. Además aseguró que Estados Unidos lo recuperará.
Expresó además que Estados Unidos «ha gastado más dinero que se haya gastado en cualquier obra en la historia».
«El espíritu del tratado se ha violado por completo y los navíos estadounidenses pagan demasiado, reciben un tratamiento injusto y eso incluye la Armada Estadounidense», afirmó.
Reiteró que China «opera» en el Canal de Panamá, algo que ha negado reiteradamente el gobierno panameño.
«Nosotros no lo regalamos a China, lo regalamos a Panamá y lo vamos a regresar a Estados Unidos», dijo Trump.
Dijo además: «Hemos sido tratados muy mal con este regalo tonto que nunca debió haberse hecho, y la promesa de Panamá hacia nosotros ha sido rota. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados».
Panamá ha insistido en que trata de manera justa a todos los barcos que transitan por el canal.
China no controla ni administra el canal, pero una subsidiaria de CK Hutchison, con sede en Hong Kong ha administrado durante mucho tiempo dos puertos ubicados cerca de las entradas del canal en el Caribe y el Pacífico.
Poco después de que Trump hablara el lunes, Reuters reportó que la autoridad marítima de Panamá informó que había iniciado una auditoría de la Panama Ports Company, controlada por CK Hutchison.
