El enviado especial de la administración de Joe Biden al Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, confirmó a periodistas que no le fue posible concretar una reunión con el presidente Nayib Bukele en su visita a El Salvador.
“Sí, pedimos la reunión, no la recibimos, no sé concretó”, aseguró el diplomático que supervisará la política exterior estadounidense para Honduras, Guatemala y El Salvador.
Bukele, aficionado a las redes sociales, no escribió nada sobre la visita de Zúñiga al su país, sin embargo, desde la semana pasada, dedicó algunos tuits inconformándose de que su país sea considerado como parte del Triángulo del Norte (junto a Guatemala y Honduras), y sobre todo, mostró desinterés por el programa de desarrollo maquinado por Estados Unidos, que incluiría ayuda hasta por 4 mil millones de dólares.
“Cada día queda más claro que un plan que piensa que existe un “triángulo del norte” tiene CERO posibilidades de éxito”, escribió Bukele en marzo pasado, pretendiendo ser tratado preferencialmente por el gigante del norte, en detrimento de sus vecinos Guatemala y Honduras.
Pese a que Zúñiga no fue recibido por Bukele, el enviado del presidente Biden señaló que la visita al país es “fructífera y logró comunicar los mensajes importantes de la Casa Blanca a El Salvador”.
Este mensaje es que la gobernanza democrática es central para el vínculo entre El Salvador y Estados Unidos. Además, que la lucha contra la corrupción es el eje central del plan de su país para reducir la migración irregular.
Especialmente este asunto es el que mantiene incómoda a la administración Bukele frente a los Estados Unidos. Mientras, algunos funcionarios que han sido llamados por la oposición política del país «corruptos», están siendo desplazados y sustituidos por nuevos aliados de Bukele, entre ellos el ahora ex ministro de Agricultura, Pablo Anliker.
El miércoles, Zúñiga anunció que Estados Unidos donará 2 millones de dólares a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES).
Bukele lanzó una campaña a través de redes sociales en contra de la legisladora demócrata Norma Torres, de origen guatemalteco, por haber solicitado al presidente Biden que no entregue dinero para el desarrollo a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador por que la corrupción los ha alcanzado.
CICIES en manos de la sociedad civil
Zúñiga también vio con buenos ojos la propuesta de sociedad civil de reforzar la CICIES con mayor independencia de la Presidencia de la República, dotarle de mayor autonomía financiera y darle más facultades como querellar en procesos de corrupción.
Sin embargo, el presidente Bukele ya anunció que se opone a esta iniciativa. Ante esto, el enviado de la Casa Blanca se limitó a decir que es una “decisión soberana” de El Salvador.
Y uno de los puntos en los que más énfasis puso en su conversación con periodistas es precisamente el respeto a la libertad de prensa.
El enviado de la Casa Blanca manifestó su preocupación por las presiones que enfrentan los medios y añadió que los periodistas juegan un rol crucial en la cultura democrática, algo que es interés de Washington fortalecer. También dijo que el gobierno estadounidense utiliza los reportes periodísticos surgidos de medios salvadoreños para fundamentar sus posturas y análisis sobre El Salvador y su democracia.
