PNC sin pistas sobre la muerte de la periodista Turcios

by Redacción

La Policía Nacional Civil (PNC) se encuentra sin pistas concretas que lleven hasta a los responsables del asesinato de la periodista Karla Turcios, un nuevo crimen que conmocionó a este país sumido en una espiral de violencia inusual contra el sector de la prensa.

El director de la PNC, Howard Cotto, dijo el domingo en conferencia de prensa que por el momento no se establecen «sospechosos», y que el cuerpo de seguridad se encuentra recabando los elementos iniciales para establecer una hipótesis del asesinato.

El jefe de la Policía sostuvo que no poseen «ni un solo indicio de que el hecho tenga que ver con su condición de periodista» o con un ataque contra el medio para el que trabajaba.

Señaló que el cuerpo fue localizado en una carretera en la localidad de Santa Rosa Guachipilin, del occidental departamento de Santa Ana, que presentaba «signos de estrangulamiento» con «dos bolsas plásticas alrededor de la cabeza» y entre 6 y 8 horas de fallecida.

Añadió que durante las primeras inspecciones tampoco se encontraron señales de armas de fuego ni de «otra posible agresión», pero que con la autopsia se esclarecerán estos aspectos.

«Hasta hoy, aunque hay mucho que avanzar en la investigación, no se revelan amenazas posibles contra ella, así que habrá que profundizar en ello, y tampoco contra su esposo», señaló Cotto, quien apuntó que el padre de Turcios «sí había tenido dos incidentes por los cuales había sufrido amenazas».

Acotó que seguirán con las inspecciones del vehículo y casa de la familia, y con la «entrevista de posibles testigos o personas que conocieran datos de interés para la investigación», en la que no se puede descartar ni confirmar la participación en el asesinato de miembros de pandillas.

La versión dada por el esposo de Turcios a la Policía da cuenta de que él y un hijo salieron a las 12:30 del sábado, que dos horas y media después regresaron y no encontraron a la periodista.

Después de llamar a familiares y amigos, el cónyuge llamó al sistema de emergencia 911, y los agentes que llegaron hasta su casa de habitación no encontraron «signos de violencia que revelen que la hubieran privado de liberta en ese lugar».

La desaparición de Turcios fue denunciada la mañana del domingo por La Prensa Gráfica (LPG), empresa hermana de la revista El Economista, para la que trabajaba la comunicadora.

El gremio periodístico, que se había volcado a pedir ayuda en las redes sociales para la localización de su colega, se sumió en la consternación al confirmarse que un cuerpo localizado la noche del sábado era el de Turcios.

El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, ordenó a los titulares de seguridad realizar una investigación «urgente y efectiva» para «llevar a los culpables ante la Justicia lo más pronto posible».

Las organizaciones, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador, que componen la Mesa de Protección a Periodistas y Trabajadores Relacionados a la Información, llamaron a las autoridades a dar con los autores del asesinato.

También alertaron sobre la necesidad de una ley de protección de periodistas, que no están «exentos de la violencia que enfrenta el país» y que desde 2016 se ha cobrado la vida de al menos 4 comunicadores, pese a no ser un sector castigado por la lacra que azota El Salvador.

El Salvador es uno de los países más violentos del mundo y a diario se registran decenas de asesinatos que quedan, frecuentemente, en el limbo de la justicia, sin que se alcen voces a favor de una investigación especial, como está ocurriendo en el caso de Turcios.

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