La Policía Nacional Civil (PNC) informó el viernes el arresto de una persona que transportaban dos fusiles de asalto y municiones, que presuntamente serían utilizadas en actividades de las pandillas.
Un parte policial señaló que el sujeto llevaba las armas, dos fusiles M16 y las municiones, escondidas en un saco al momento en que fue interceptado por las autoridades en San Pedro Masahuat, departamento de La Paz.
El arrestado fue identificado como José Ángel Recinos, quien sería miembro de la pandilla MS13 según la PNC.
Según un fiscal consultado, Recinos será procesado por el delito de portación ilegal de armas de guerra y probablemente de Asociaciones Delictivas.
Desde el inicio del estado de excepción, varios analistas se han preguntado porque es tan bajo el número de armas incautadas a las pandillas y de tan pobre potencia de fuego.
Entre el 27 de marzo de 2022 y el 12 de abril de 2023 se han incautado, después de mas de 68 mil capturas de presuntos pandilleros, dos mil 629 armas de fuego, en su mayoría corroídas y oxidadas, o sin potencia de fuego.
La cifra es relativamente baja si se compara con las, al menos 68 mil capturas en el marco del régimen y los registros de los últimos años del Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén.
Además, durante el primer año de la gestión del presidente Nayib Bukele, según reportes de su gabinete de seguridad, tres mil 260 armas fueron decomisadas entre junio de 2019 y mayo de 2020.
En ambos gobiernos se reportaron promedios superiores a las tres mil artefactos decomisados anualmente.
Entre las armas incautadas entonces a las pandillas hay fusiles de asalto M16, fusiles AK-47 y FAL, subfusiles M3-A1 o Steyr MP-34, y subametralladoras Ingram M-10 e Intratec AB-10. Actualmente, el mayor porcentaje corresponde a escopetas, carabinas, revólveres y pistolas.
